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Cae el monarca del tenis: Djokovic elimina a Federer del Abierto de Australia

El tenista serbio pasó a la final del primer Grand Slam de año tras eliminar al número uno mundial por 7-5, 6-3, 7-6 (7/5). En la final se medirá ante la sorpresa del torneo, el francés Jo-Wilfried Tsonga, que dejó en el camino a Rafael Nadal.

25 de Enero de 2008 | 08:17 | AFP

MELBOURNE.- El serbio Novak Djokovic (3°) se clasificó para la final del Abierto de tenis de Australia, primer Grand Slam de la temporada, después de eliminar este viernes en semifinales al suizo Roger Federer, máximo favorito, por 7-5, 6-3, 7-6 (7/5) en dos horas y 28 minutos.

Tras esta nueva sorpresa en el Melbourne, Djokovic se enfrentará en la final con el francés Jo-Wilfried Tsonga (38°), que el jueves venció al español Rafael Nadal (2º) por 6-2, 6-3 y 6-2.

Roger Federer no perdía en este torneo desde las semifinales de 2005, cuando cayó contra el ruso Marat Safin, y era la decimoquinta vez que se plantaba en esta ronda en un Grand Slam desde la de 2004 en Wimbledon.

Con esta derrota el suizo no podrá defender su título del año pasado, el que obtuvo al vencer al chileno Fernando González. Además, el número uno del tenis mundial había levantado la copa en Australia el 2006 y 2004.

El último jugador que había logrado vencer a Federer en la penúltima ronda de un Grand Slam fue el español Rafael Nadal, en la de Roland Garros en 2005.

El suizo era el hombre señalado por todos para lograr esta temporada no sólo el Grand Slam -ganar los cuatro torneos grandes del año-, sino el "Golden Slam", añadiendo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Sin embargo, los planes de Federer se desmontaron completamente ya en la primera cita importante del año, al caer ante un Djokovic en plena forma y que se planta en su segunda final de Grand Slam -la primera la perdió ante Federer en el US Open en 2007- sin ceder un sólo set.

"Fue genial ganar en tres sets seguidos", dijo el serbio, número tres del mundo. "Esperaba tener mis momentos buenos y malos, pero me mantuve muy estable todo el rato. Es un día especial para mí".

De hecho, la final del domingo será especial por lo insólito. Desde el Abierto de Australia de 2005, en el que el ruso Marat Safin ganó el título ante el australiano Lleyton Hewitt, no se había disputado una final de un grande sin la presencia del número uno y dos del mundo.

Nadal perdió el jueves ante un imparable Tsonga por 6-2, 6-3 y 6- 2. El francés, que ni siquiera era cabeza de serie, se convirtió en la gran sensación del torneo.

Una derecha poco eficaz


La victoria de este viernes del serbio sobre el suizo no es la primera, pues ya lo había derrotado en la final  del Masters Series de Montreal. Unas semanas después en Nueva York, Djokovic  desperdició hasta siete bolas de set en las dos primeras mangas de la final del  US Open.

Djokovic, un jugador tan peligroso con su derecha como con su revés a dos  manos, dominó los intercambios desde el fondo de la pista. Logró más derechas  ganadoras que Federer (14 a 11) cuando ésta se trata habitualmente del arma  absoluta del suizo.

El serbio también sacó de manera formidable (13 aces), metiendo primeros  servicios en los momentos cruciales del encuentro. Federer pareció más lento que de costumbre, jugó demasiado corto y en  consecuencia a menudo se vio obligado a defenderse. Su derecha no fue tan  eficaz como normalmente. Todavía más sorprendente es que el número uno mundial falló ocasiones  cuando generalmente eleva su nivel de juego en los momentos en que desea marcar  la diferencia.

Djokovic se concentró y rompió dos veces seguidas en el décimo y duodécimo para ganar el primer parcial en 45 minutos. El serbio no cesaba de estirar sus brazos y espalda en cada momento que podía, pero seguía al máximo nivel. Rompió de nuevo dos veces seguidas, 3-1 y 5-1, y los gritos de "Novak, Novak, Novak" se hicieron atronadores entonces, sobre todo cuando Djokovic lograba pasar a Federer con un increíble tiro de revés, de fuera a dentro, rozando el poste de la red.

El juez de silla del partido, el francés Pascal Maria, asistía a la debacle del número uno, cuando Djokovic sirvió para ganar el segundo parcial. Fue entonces cuando le advirtió por "violación de tiempo", pero Novak no sintió la misma presión y convirtió su saque y ganó el segundo set.

Con una hora y 26 minutos de partido, se esperaba una reacción del número uno del mundo, que tras superar tres bolas de rotura, dispuso de cuatro a su favor en el cuarto juego. Ahí estuvo una de las claves del encuentro. Significaba volver o hundirse, pero Djokovic las salvó, como salvó también los dos puntos de set que Roger tuvo en su mano con saque del serbio, sublime con 13 directos, muchos de ellos en los momentos más oportunos.

En el desempate el jugador de Basilea dominó con 3-1 pero su rival estaba lanzado, sin freno y sus fallos llegaban, como el último, una derecha que se fue larga sin pista. Djokovic conseguía lo que parecía imposible. El jugador que llevaba 15 semifinales del Grand Slam seguidas, desde la del 2004 en Wimbledon caía en esta ante el más joven tenista que había logrado reunir las cuatro penúltimas rondas de todos los grandes.

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