HAMILTON.- Al final de la primera jornada del rally de Nueva Zelanda este viernes, el finlandés Mikko Hirvonen (Ford Focus) lideraba la competición con una ventaja de 27 segundos sobre Sebastien Loeb, que se retrasó por una penalización de 30 segundos.
El cuádruple campeón del mundo francés se dio un gran susto al final de la primera prueba especial (Pirognia West 1) al salirse de la trayectoria ideal.
"Creíamos que íbamos a dar una vuelta de campana, y hemos esquivado varias piedras antes de volver a la pista", se confió Loeb en el punto stop de esta ES1.
Afortunadamente el incidente no fue más allá y la C4 siguió su camino sin mayor problema hasta el punto de asistencia de Mystery Creek, a mediodía (hora local), a través de las dos secciones del ES2 (Waitomo).
Esta especial tenía que ser la más larga del rally, con 43 km, pero fue cortada en dos por un desprendimiento de tierra, lo que provocó una pequeña modificación en la hoja de ruta.
Loeb, líder del campeonato del mundo y primero en carretera en aquel momento, barrió una gruesa capa de gravilla con unos neumáticos impuestos por el reglamento, en su opinión, demasiado duros.
"Resbala demasiado, es muy difícil controlar el vehículo", explicó el francés, pero sólo había perdido 9 segundos respecto a Hirvonen durante la primera mañana.