Al Attiyah, el qatarí que se roba las miradas en el Dakar

SANTIAGO.- Hasta que comenzara la nueva versión del rally Dakar los nombres de Carlos Sainz, Stephane Peterhansel, Luc Alphand, Joan Roma, entre otros, asomaban como favoritos para llevarse la prueba en autos.

Pero un desconocido qatarí se ha robado la película ya pasadas tres etapas de la carrera: Nasser Al Attiyah, un corredor que antes de preparar el Dakar partició de los Juegos Olímpicos de Beijing.

Nasser había sido cuarto en tiro olímpico en Atenas tras perder en el desempate por el bronce con un cubano, y quería una medalla para su mansión asiática. No lo logró en sus cuartos Juegos y acabó más allá de los diez primeros en una modalidad en la que participa desde niño.

Así las cosas, el Dakar seguía en el horizonte. "Me hace más ilusión ganar el Dakar que una medalla de oro olímpica, lo voy a dar todo para lograrlo, aunque será difícil, sobre todo porque los rivales son fuertes, ahí está Carlos Sainz y también los Mitsubishi", explica con exquisita educación.

Mientras, Carlos Sainz aclara que "Nasser va muy fuerte, su coche es bueno y él va muy bien, en la especial me ganó y no me sacó más porque sufrió un pinchazo, hay que tenerle muy en cuenta".

Al Attiyah es príncipe porque es primo de la mujer que amamantó al actual Emir de aquel estado, y cuentan que hace un par de años lo quisieron casar con una mujer que, al verla el día de la boda, no le gustó y siguió soltero. Ahora, a sus 37 años, sólo sueña con el Dakar.

Le falta en su currículo después de ganar el Mundial de rallys en el Grupo N y proclamarse en 2008 campeón del mundo de Bajas y ganador de la Baja España. Nasser sufre sólo por ser mejor y porque "el Dakar me ha hecho mejor persona, se aprenden muchas cosas, también en éste de América".

Es uno de los grandes rivales de Sainz y Roma, el líder de BMW, un príncipe árabe que come en el mismo campamento que el resto y la misma comida que los demás. A Al Attiyah, dos etapas ganadas, le falta consistencia y seguir con el buen ritmo con la llegada de las etapas más duras, pero ya es una de las estrellas del Dakar.