SANTIAGO.- Este miércoles la Selección Chilena Sub 20 vivió una jornada de mucho tenis-fútbol y charlas con Ivo Basay.
El equipo trabaja lo futbolístico pero no descuida la parte lúdica. Porque en Quilín también se piensa en el "corte" que tendrá el grupo de 26 futbolistas (viajan 20), de los cuales varios suman buenos minutos en el fútbol profesional.
"La mayoría somos más que compañeros, amigos, nos juntamos afuera, hacemos asado", contó Alfonso Parot, hablando del "grupo" que tuvo una firme conversación con Basay. "Él nos da aliento, nos motiva bastante", aseguró el defensor de la UC.
"Al final, a lo buen chileno, uno se pone más firme, se empieza a tomar las cosas más en serio. Pero este grupo ha trabajado muy fuerte y todos han demostrado que tienen ganas de ir, está muy peleada la cosa", insisitó Parot.
Peleada porque seis quedaran fuera, de un plantel que se sabe con hombres que, en una buena base, sumaron minutos en sus equipos en la temporada 2008.
Así como el lateral izquierdo cruzado, que agarró una camiseta de titular con Mario Lepe, Carlos Labrín sumó minutos en Huachipato, Bruno Romo jugó 12 partidos en el Clausura por Wanderers en la Primera B, uno menos que Agustín Parra, otro de los que añoran llegar al Pre-Mundial Sub 20.
Paulo Magalhaes y Charles Aranguiz también destacaron en Cobreloa, Rafael Caroca, antes y después de su lesión, fue titular en O'Higgins.
Marco Medel, Sebastián Barrientos, Francisco Pizarro y Eduardo Vargas alternaron en sus planteles y Esteban Sáez y Boris Sagredo lo hicieron en Palestino, finalista del Clausura.
"No creo que por jugar un partido más o menos en Primera, (Basay) va a despreciar a otro jugador. A lo mejor el que no ha jugado es porque en su club hay otro mejor que él. No me doy como fijo", asumió el palestinista Sáez.
"La ansiedad siempre está, desde el primer minuto que empezamos a trabajar está esa ansiedad", dijo Bruno Romo sobre la nómina definitiva.
El jugador de Colo Colo, quien la temporada pasada jugó por Wanderers en Primera B, aseguró que "este equipo se diferencia de las selecciones anteriores", por la regularidad en el fútbol profesional, dice.
Charles Aranguiz, por ejemplo, jugó 13 partidos en el Apertura y 19 en el Clausura. Fue uno de los ejes del mediocampo de Cobreloa y protagonista del reimpulso loíno post Marco Antonio Figueroa.
El volante acusa recibo de su "experiencia": "Los que hemos tenido más competición tenemos más responsabilidad en el equipo", dijo, pero hace una aclaración.
"Acá depende de todo el grupo. No somos un equipo que dependemos de figuras", complementó el volante quien sueña, tras el Sudamericano, llegar a jugar al fútbol español.