ADELAIDA.- Desde su creación hace diez años, el Tour Down Under fue siempre una prueba sin sitio, muy lejos del centro de poder del ciclismo y muy pronto en la temporada.
Sin embargo, la decisión de Lance Armstrong de regresar al ciclismo en Australia dotó a la carrera de una dimensión desconocida que tiene revolucionada a la tranquila ciudad de Adelaida.
Alrededor de 100.000 personas se esperan mañana en la reaparición del ciclista estadounidense tras tres años y medio retirado, cuando dispute la clásica que preludia la carrera por etapas, del martes al domingo.
En toda la edición de 2008, el Tour Down Under reunió a 500.000 espectadores en las carreteras de Adelaida y sus alrededores, una cifra que los organizadores esperan superar ampliamente este año.
"Estamos listos para el mayor espectáculo deportivo sobre ruedas del estado", tituló hoy el diario local "The Advertiser" sobre una gran foto de Armstrong. De hecho, el norteamericano es probablemente el hombre que más veces aparece en los últimos días en el periódico.
Un equipo especial de la policía de Adelaida fue encargado de la seguridad de Armstrong durante su estancia en la ciudad, pese a que el ciclista preferiría pasar más inadvertido. Sin embargo, "nada va a ser normal para él", advirtió el director del Tour Down Under, Mike Turtur, el responsable de convertir una prueba "oscura", como el mismo Armstrong la describió, en la primera gran cita del calendario.
Para Turtur, llevar a Armstrong de un lugar a otro sin que sea acosado por fans entusiastas se convirtió en todo un reto. La ciudad entera se ha convertido en "territorio ciclista": la carrera popular organizada por el Tour Down Under doblará su número de participantes, la alcaldía abrirá un nuevo carril para bicicletas y los ciudadanos podrán alquilarlas gratis.
Hay 133 corredores inscritos en la prueba profesional, entre ellos algunos de los mejores australianos. Pero todos los ojos están puestos en Armstrong. Alrededor de 400 periodistas, el doble que el año pasado, se han acreditado para cubrir una prueba que apenas el año pasado obtuvo la categoría de ProTour.
"No sólo se trata de Lance", se quejó hoy algo avergonzado un columnista local por la obsecuencia y admiración mostrada por Adelaida, que ha vivido siempre a la sombra de las ciudades del este, Sydney y Melbourne.
Sin embargo, la figura del norteamericano, que domina sobre cualquier otra en la cartelería que adorna calles, edificios y tranvías, ha supuesto un evidente empuje publiciatario para la ciudad y el estado del que es capital.
"Será el mayor evento deportivo de la historia de Australia Meridional", se entusiasmó el "premier" de la región, Mike Rann, que ubica la presencia de Armstrong en el Tour Down Under por encima del antiguo Gran Premio de Fórmula 1.
"Your chance to see Lance", reza el eslogan promocional de la prueba, que invita a los australiano a no perder la oportunidad de ver a Armstrong. El año que viene, probablemente, será otra historia.