El golfista fue una de las figuras que participó en las celebraciones previas al cambio de mando en EE.UU.
Reuters
LOS ANGELES.- Tiger Woods está ansioso por jugar una ronda de golf con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el momento en que se los permitan sus respectivas agendas.
El número uno del mundo del golf ha estado marginado del juego desde que ganó el abierto de Estados Unidos en junio y se espera que vuelva al Tour PGA en marzo.
El estadounidense pasó la segunda mitad del 2008 recuperándose de una cirugía reconstructiva de rodilla, y aceptó una invitación para decir unas palabras en uno de los eventos previos a la asunción de Obama en enero en Washington D.C.
"Fue un gran honor ser invitado, ser parte de la historia y hablar sobre algo que significa tanto para mí", escribió Woods en su comunicado mensual, emitido el martes.
"El (Obama) estaba muy ocupado, así es que no pudimos conversar mucho. No quise obstaculizarlo. Le pregunté si quería jugar golf y él dijo: 'Me encantaría'. Así es que haremos que suceda", reveló.
Obama, un apasionado del baloncesto que practica ese deporte cuando puede, también disfruta el golf y jugó unas pocas rondas de práctica durante sus vacaciones familiares en Hawaii, a fines del 2008.
Woods fue una de las celebridades que participaron en el evento del 18 de enero en el Lincoln Memorial, donde el líder del movimiento por los derechos civiles Martin Luther King Jr. pronunció su famoso discurso "Tengo un sueño" en 1963.
"We Are One: The Obama Inaugural Celebration at the Lincoln Memorial" fue el primero de varios eventos patrocinados por el Comité Presidencial Inaugural antes de la toma de poder de Obama.
"Lo que más me impresionó de él es la forma en que se maneja", manifestó Woods respecto al presidente.
"Tiene grandes cualidades de liderazgo y su logro realmente representa lo que es mejor de Estados Unidos. Representa lo que nosotros como estadounidenses tenemos en común, no la percepción de nuestras diferencias", añadió.
Woods, señalado por muchos como el mejor golfista de todos los tiempos, se convirtió en el primer afroamericano en ganar un torneo mayor al adjudicarse el Masters de Estados Unidos en 1997.
