SANTIAGO.- Universidad de Chile rescató un empate 0-0 en un partido increíble jugado en el Estadio Olímpico Monumental de Porto Alegre, donde el local Gremio atacó durante todo el partido y los azules lograron un juego defensivo que rozó la perfección.
Desde el comienzo los locales presionaron y buscaron el gol con variantes. El central Réver (1,92 cm.) lo tuvo en dos ocasiones con sendos cabezazos. Luego probó Souza y Ruy que perdió una chance a boca de jarro.
Todo en los primeros 15' minutos. Por ello Miguel Pinto fue una de las figuras más destacables. Emilio Hernández se levantaba a momentos como el pulmón de la U que le daba respiro, pero poco podía hacer junto a un pálido Ángel Rojas y un muy adelantado Olivera.
En el medioterreno la U logró moverse bien hacia los costados. Los azules evitaron centros largos, con un Iturra laborioso pero que jugó desde los 9' con una tarjeta amarilla. Hasta los 30' el equipo de Markarián tuvo 10 minutos de respiro, pero Pinto otra vez apareció más que nadie en pantalla.
Gremio tuvo su última opción del primer capítulo a los 44' con un palo de Souza, que le pegó con precisión desde fuera del área y el golero estudiantil solo atinó a ver cómo la pelota iba y volvía.
En la segunda fracción las acciones se marcaron. Los de Porto Alegre atacaron una y otra vez y Pinto sacó lo mejor de sí. Al minuto Márquez tuvo solo un cabezazo, pero a los 52' se dio una acción propia de un film.
Los defensores azules sacaron dos tiros fuertes dentro del área, el tercero pegó en el poste izquierdo del golero y a la cuarta, cuando la pelota seguía merodeando el arco, Pinto se lanzó con todo y le cometieron falta.
Markarián ordenó a los 10' del complemento el ingreso de Nelson Cuevas y al rato salió Emilio Hernández con lo que el paraguayo brilló como el jugador que descargaba en la presionada U.
A los 71' se fue expulsado Marcelo Díaz por doble amonestación y las cosas ya no tuvieron matices. Hace mucho que no se daba un partido con libreto tan inalterable. Ataque tras ataque era repelido por 10 azules en zona propia. La consigna era aguantar.
Al final, la U logró un empate que, como se dio el partido, fue una clara victoria. Gremio atacó mil veces y los chilenos rechazaron mil una. Gran juego defensivo de los pupilos de Markarián ante un muy buen rival que no podía creer lo que decía el marcador tras intentos sucesivos por marcar.