Macnelly Torres marcó el segundo gol y dio el pase del primer y el tercero. El mejor partido del colombiano en Colo Colo.
AP
SANTIAGO.- Colo Colo jugó uno de los mejores, quizás el mejor o el más completo partido, de la era Marcelo Barticciotto.
Y no sólo por el triunfo, los tres puntos y el renacer en la Libertadores, sino que además por la contundencia que tuvo en la cancha y la capacidad para aguantar un resultado en Brasil y ante un equipo como Palmeiras, con un jugador menos casi todo el segundo tiempo.
Pero más importante aún es el acople del equipo, el reencantamiento de algunos jugadores y la capacidad para dejar los problemas fuera (dilemas con la barra).
Pero el buen juego y el triunfo tienen un denominador común: el regreso del equipo que ganó el torneo 2008, o sea sin los "refuerzos" en cancha, salvo el ingreso desde el primer minuto de César Carranza y la oportuna aparición de Sebastián González para el tercer gol.
Algo puntual, pensando en que se trajeron dos centrales paraguayos para darle más altura y cabezazo a la defensa, pero finalmente logran imponerse los mismos de hace tres o cuatro años: Miguel Riffo y Luis Mena.
Caso aparte para el primero de estos, quien debido a sus lesiones no ha sido constante, pero ayer apareció y dándole la solvencia que le había sido escasa a la defensa alba.
Otro que se reencantó y le puso el sello a los dos millones de dólares que se pagaron por él fue Macnelly Torres. Lejos lo mejor del "Barranquillero" en Colo Colo. Y no es por la alegría del triunfo, es porque para este tipo de partidos fue contratado, para darle claridad al Cacique y anoche demostró que puede ser un hombre clave para los de Macul, más aún mostrando el sacrificio que entregó en Sao Paulo.
Lo de Lucas Barrios ya no es sorpresa, sólo la reivindicación de que a nivel internacional también puede rendir.
Punto aparte para Rodrigo Millar. Uno de los que más ha crecido desde la llegada de Barticciotto. en Brasil deambuló por la derecha y con solvencia, dando desahogo y entregando balones limpios a Torres y los delanteros. Su despliegue es impresionante.
Pero estas actuaciones individuales no hubieran sido nada sin un trabajo colectivo y lleno de personalidad, ocupando la cancha en todos sus sectores, siendo inteligente para atacar y arruinar las ofensivas locales.
Ahora, si Colo Colo logra mantener este juego en el tiempo, podemos esperar un futuro alentador. Si no, será solo una guinda puesta en una torta que podría derretirse.