Everton luchó en una complicada cancha del estadio Olímpico de Caracas.
AFP
SANTIAGO.- El partido lo tenía controlado Everton. Sólo una genialidad del rival (Caracas), una falla en la zaga o un error arbitral podrían dejarlo sin puntos en su visita a Venezuela.
Bueno, fue lo último. Corrían los 60' y el recién ingresado Emilio Rentería cae en el área después de resbalarse, solo. El juez colombiano Albert Duarte no duda y cobra penal para los locales.
Sirve Darío Figueroa y la manda adentro un minuto más tarde. Gol para los venezolanos y en definitiva el único tanto del partido y el triunfo para Caracas que llega a los 9 puntos y queda líder del grupo Seis, mientras los viñamarinos se quedan con siete.
Y fue injusta la derrota de los ruleteros, porque aunque no fueron superiores, sí controlaron el juego y hasta se crearon opciones ante el portero Renny Vega. Miralles mantuvo siempre preocupada a la defensa local, sobre todo cuando escapaba por derecha.
Mientras, el trabajo de Cristián Uribe, Nicolás Freitas y Leandro Delgado en el medio daba frutos y la defensa no tenía problemas. Mas, Gustavo Dalsasso respiraba tranquilo.
Pero apareció el penal y Everton se descontroló. Ahí vino la expulsión de Rodrigo Ramírez, dejando a Everton con diez jugadores; más complicado aún el final.
Acosta de ahí se la quiso jugar con el ingreso de José Luis Muñoz y Sebastián Penco en ofensiva, pero a esa altura los venezolanos jugaban con más calma en defensa.
En resumen, un duelo que daba para empate, con pocas llegadas en los arcos, pero un error arbitral privó a los ruleteros de arrancar un punto en Caracas y así ver más complicada la opción de clasificar a segunda ronda.
Los de Acosta quedan obligados ahora a ganar por una buena diferencia a Chivas en su próximo duelo, aunque siempre sacando la calculadora.