BARCELONA.- El español Rafael Nadal conquistó hoy su quinto torneo consecutivo en el torneo de tenis de Barcelona, al derrotar por 6-2 y 7-5 a su compatriota David Ferrer, que al igual que en 2008 debe conformarse con ser finalista.
El número uno del mundo encadena así su segundo pentacampeonato seguido, tras hacer lo mismo en Montecarlo. Nadal sólo ha perdido en una ocasión en Barcelona, en la segunda ronda del torneo de 2003, cuando apenas tenía 16 años.
El número uno del mundo, que sólo ha perdido tres veces en los últimos 133 partidos sobre arcilla, sumó hoy su título 24 sobre una superficie en la que reina sin oposición. El español buscará también en Roland Garros su quinto título seguido.
Nadal empezó ya rompiendo el servicio de su rival en el primer juego del partido, que se disputó sobre un sol dubitativo, a veces presente y a veces ausente tras las amenazantes nubes que habían descargado abundante lluvia por la mañana.
"Intentaré dar lo mejor de mí, si no estoy muerto", dijo Ferrer, quien eliminó a Fernando González en la ronda previa, antes de la final. Quizá se acordó de sus palabras durante el cambio de lado, porque en el siguiente juego recuperó el break perdido.
Sin embargo, Nadal siempre devuelve el golpe cuando uno cree que el peligro ha pasado. El número uno del mundo no sólo volvió a romper el servicio de Ferrer, sino que prácticamente dejó noqueado a su rival.
El campeón se disparó hasta poner un 5-1 en el marcador que prácticamente liquidó el set. Ferrer salvó la cara ganando su segundo juego, pero no pudo evitar que Nadal cerrara la primera manga con el primer ace del partido.
El número 13 del mundo cambió su camiseta blanca por una naranja en la segunda manga. Quizá buscando cambiar la dinámica de una final que parecía camino de terminarse muy rápido.
Sin embargo, la reanudación del partido fue un calco del principio. Nadal rompió el servicio de Ferrer, que lo recuperó en el siguiente juego y lo entregó de nuevo en el tercero.
"Qué mal, por dios!", gritó desquiciado el finalista de 2008, que había asegurado que ganar hoy a Nadal sería una sorpresa incluso para él.
Nada parecía indicar en ese momento que lo fuera a conseguir, pero, como aseguró su víctima en semifinales, el chileno Fernando González, Ferrer es un "guerrero", así que aprovechó una ligera grieta en la solidez mostrada hasta entonces por Nadal y volvió al partido.
Recuperó el break en el cuarto juego y, en el siguiente, se puso por delante 3-2 por primera vez en el partido. El segundo set sería digno de una final.
Ferrer pudo aguantar hasta el 5-5, pero es ahí, en esos momentos clave, donde Nadal es un jugador diferente a todos los demás. Ferrer salvó dos de los tres puntos de break que concedió a su rival, pero el tercero ya fue demasiado. Con su servicio, Nadal no perdonó. Y van cinco.