ROMA.- El tribunal de la Federación Italiana de Fútbol desestimó este martes el recurso de Juventus de Turín, que tendrá que jugar el partido del 3 de mayo ante el Lecce a puerta cerrada como consecuencia de los actos racistas vividos en su estadio durante el partido ante el Inter de Milan el 18 de abril.
La Juventus ya fue sancionada la semana pasada tras los cánticos racistas que se escucharon en la grada contra el jugador negro del Inter Mario Balotelli.
Juventus se disculpó ante el futbolista, pero no evitó el castigo.
El club encontró la sentencia demasiado dura, ya que hasta la fecha los aficionados de la "Juve" nunca habían sido apercibidos por cánticos racistas.