Gamero y su equipo cerraron ante Gremio una triste campaña.
AFPBOGOTÁ.- El DT del Boyacá Chicó, Alberto Gamero, atribuyó la derrota 3-0 ante Gremio, que marcó la eliminación de la Copa Libertadores, a la superioridad del rival, en tanto la prensa recordó que por primera vez en 25 años el fútbol colombiano quedará sin equipos ya en la segunda fase del torneo.
"Enfrentamos a un rival que creo yo va a ser finalista de la Copa Libertadores", afirmó Gamero, quien admitió que el conjunto brasileño era "muy superior al Boyacá Chicó" porque "tiene grandes figuras, es un equipo armado para una Copa".
"Desafortunadamente nosotros no representamos al país como pensábamos representarlo", agregó.
Boyacá Chicó, Independiente Medellín y América no lograron un cupo a la siguiente ronda de la Libertadores, algo que no ocurría con equipos locales desde la fase de grupos en 1984 como lo destacaron hoy varios diarios del país en sus notas sobre el juego de anoche.
El periódico El Tiempo concluyó que Boyacá Chicó no "hizo méritos" ni "tampoco le ayudó el resultado del otro partido que cerró el Grupo 7 del torneo, en el que Universidad de Chile venció 1-2 a Aurora".
"Colombia cerró así una de sus más pobres actuaciones en la Libertadores", afirmó el rotativo.El diario El Espectador de Bogotá coincidió con El Tiempo en destacar que la derrota de Boyacá Chicó deja al "fútbol colombiano" sin "representación en los octavos de final" de la Libertadores.
La radio Antena2 de RCN en su sitio online resumió en su título lo que le ocurrió anoche en Brasil: "Colombia perdió el año en la Copa Libertadores al quedar eliminado el Boyacá-Chicó".
Mientras que Enlajugada.com, un sitio de internet especializado en fútbol local, coincidió en el título pero fue mucho más sucinto al decir que: "Nos quedamos sin Copa".
Poco antes de que conclusión de la actual fase del torneo continental, Colombia junto a Bolivia se perfilan como los dos únicos países que no tendrán un equipo en la siguiente fase del torneo.
La eliminación de los equipos colombianos de la Libertadores evidencia una crisis del fútbol local, cuya selección está al borde de la eliminación del Mundial de Sudáfrica, con lo que ajustaría la ausencia de tres Copas del Mundo al hilo, sumado al aumento de la violencia en los estadios en el torneo doméstico.