MONTMELÓ.- Con la llegada a la vieja Europa, el antiguo régimen de la Fórmula 1 quiere acabar con la rebelión de Brawn GP y Red Bull en el inicio de temporada.
Ferrari, McLaren, BMW y Renault han actualizado sus monoplazas para el Gran Premio de España, quinta prueba del año y primera en Europa, durante dos semanas.
En juego está definir si el equilibrio de fuerzas actual se mantiene o si bien los "grandes" aún pueden pelear por un título que se escapa de forma prematura.
"Es casi como un nuevo comienzo", dijo el británico Lewis Hamilton, el campeón del mundo, que con su McLaren-Mercedes está lejos por ahora de poder revalidar su título: suma nueve puntos y es séptimo, a 22 del líder, su compatriota de Brawn GP Jenson Button.
El Circuito de Catalunya es una buena vara de medir para saber qué esperar el resto del año. Por los numerosos tests que se realizan en el asfalto español, todos los equipos conocen de memoria cada centímetro de un trazado en el que la "pole position" significa el triunfo final en un alto porcentaje.
Bien lo sabe el finlandés de Ferrari Kimi Raikkonen, ganador el año pasado. Desde entonces no ha vencido ni un Gran Premio. Un total de 18 carreras de sequía.
En 2008 logró "pole", vuelta rápida y triunfo, pero mucho han cambiado las cosas ahora. Ferrari trata de salir de una de las peores crisis en décadas -lleva tres puntos en cuatro carreras- y desea empezar a solucionar los problemas con las novedades aerodinámicas que presentará en Barcelona.
"Espero tener de nuevo la sensación de la victoria tan pronto como sea posible", señaló Raikkonen, campeón del mundo en 2007.Ferrari estrenará el doble difusor y un chasis más ligero. "Los primeros signos del nuevo paquete aerodinámico son positivos", dijo el finlandés.
Menos novedades se podrán contemplar en los McLaren-Mercedes, que han ido introduciendo mejoras desde Australia. "Somos conscientes de que las características del circuito de Barcelona no se ajustan bien a nuestro coche", dijo Hamilton.
"No tendremos las grandes actualizaciones de otras escuderías. Será interesante ver dónde estamos", afirmó el británico, optimista por el nuevo difusor y el reformado alerón delantero.
También introducirá mejoras el español Fernando Alonso, obligado a remontar con su Renault al igual que Ferrari y McLaren. "Siempre es especial correr en casa. Ver el apoyo del público siempre me da un empujón y espero poder hacerles feliz y tener un buen fin de semana", señaló el ídolo local, que tras el cuarto puesto de Australia y el octavo de Bahréin -suma cinco puntos en el campeonato- espera que Barcelona sea un punto de inflexión.
El año pasado Alonso no pudo acabar ninguna de las dos carreras disputadas en su país. "Será difícil luchar por el podio, pero ojalá podamos clasificar bien y sumar algunos buenos puntos", deseó el bicampeón mundial, que espera dar "otro paso adelante" en el desarrollo del R29.
Pat Symonds, el máximo responsable técnico de Renault, asume que el inicio de temporada ha sido "decepcionante", pero abrió la puerta de la esperanza para los fans españoles: "Todavía hay mucho por llegar".
Una nueva versión del doble difusor y del suelo -ya introducidos en China- y un evolucionado alerón trasero serán las principales novedades de la marca francesa.
Todo con la única idea de superar a Brawn GP, que con el británico Button, líder del campeonato con 31 puntos y con tres triunfos en cuatro carreras, también quiere seguir avanzando para mantener su ventaja.
El apoyo aerodinámico, que permite una mayor velocidad en curva, es uno de los puntos fuertes de los "Brawnies", lo que les sitúa de nuevo como favoritos en Barcelona.
"Sabemos que a partir de aquí será una dura lucha por mantener nuestro liderazgo en el campeonato, pero estoy seguro de que estamos bien preparados", dijo Button, que tiene 12 puntos de ventaja sobre su compañero, el brasileño Rubens Barrichello.
"Los márgenes de rendimiento en la parte de delante están muy ajustados", alertó Ross Brawn, jefe del equipo, amenazado sobre todo por el Red Bull del alemán Sebastian Vettel, tercero en el campeonato con 18 puntos tras ser primero en China y segundo en Bahréin.