SANTIAGO.- Resulta que a comienzo de semana, en las típicas prácticas de fútbol reducido, se dijeron de todo entre dos jugadores de Cobreloa: uno de los jóvenes con más futuro y el otro uno de los históricos más queridos en estos momentos en Calama.
Uno, el ex seleccionado Sub 20, Eduardo Vargas y el otro, el argentino Rodrigo Mannara.
Y la situación no quedó ahí. Luego de la discusión el tema pasó a camarines, donde los históricos, o con más experiencia, quisieron imponer sus términos.
En un principio nadie quería comentar el tenor de lo que había pasado al interior, pero fue el propio Mannara quien contó sobre la reprimenda de los experimentados contra los juveniles, a quienes de una los hicieron callar.
"Pasaron cosas que no tienen que pasar en un plantel, siempre he dicho que hay que respetar, que los menores deben respetar a los mayores. Lo que me pasó a mí también cuando debuté en Argentina, tenía 17, 18 años y no me dejaban ni respirar y tenía que levantar la mano para hablar. Acá pasan cosas que no tienen que pasar", dijo el trasandino a El Mercurio de Calama.
Pero siguió hablando fuerte contra los jóvenes del plantel. "El respeto que tiene que haber cuando uno mayor habla y un menor tiene que escuchar y no decir que no te importa nada, porque hay algunos que tienen dos partidos en Primera, tienen mucho que recorrer y te faltan el respeto. Si algunos se creen figuras está bien, pero deben demostrarlo dentro del campo de juego", reclamó.
De los jóvenes, por su parte, como era de esperar, no se conoce de declaraciones. Parece que los históricos otra vez dominan el camarín.