PARIS.- Max Mosley, presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, continúa sin dar su brazo a torcer ante las escuderías a sólo 24 horas de concluya el plazo de inscripción para el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, 2010.
"Nadie quiere perder a Ferrari, pero no se pueden gastar 500 millones de euros en montar un equipo. Este deporte puede continuar después de Senna, Prost o Schumacher".
"La F1 será más pobre sin Ferrari, pero no podemos dejar que dicte las leyes", es el mensaje lanzado a la escudería, que lidera la rebelión de los equipos contra el límite presupuestario de 45 millones de euros que pretende imponer Mosley.
"Estoy convencido de que la Fórmula 1 no puede sobrevivir con este nivel de gastos y necesitamos intervenir convencer a los equipos", ha dicho en una entrevista a la agencia DPA.
"Los abogados de Ferrari han dicho en los tribunales que mantener el equipo les supone 400 o 500 millones de euros. Si sus datos son buenos, y no lo dudo, queda claro que mantener un equipo cuesta entre 300 y 400 millones. Para mí, esto es una situación insostenible".
Siguió. "No creo que BMW o Toyota puedan soportar algo así. Hay que reducir radicalmente los costos. Si reducimos los presupuestos a 40 millones, los grandes equipos se quedarán y el público que sigue las carreras en directo y en televisión no notará la diferencia. Y no habrá ventajas ni desventajas para nadie, porque todos partirán desde la misma posición", explica.
"No tengo ninguna duda de que Ferrari es el número uno, por su imagen y por su nombre. Pero también son Fórmula 1 Mercedes, McLaren o Williams. Cuando ocurrió la terrible tragedia de Senna, la gente pensó que era el final. Pero no fue así. También se retiraron Prost o Schumacher. Eran hombres importantes, pero los campeones van y vienen y el deporte sigue adelante", continuó.