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Santiago: Lunes 03 de febrero del 2025 | Actualizado 15:20
SANTIAGO.- Fue un partido a muerte. El Vélez Sarfield de Waldo Ponce necesitaba de la victoria para gritar campeón, mientras que a Huracán le bastaba con el empate. Pero ambos salieron a darlo todo.
El José Amalfitani era una caldera. Unos 48.000 aficionados llegaron al recinto de Liniers desafiando los peligros de la propagación del virus AH1N1 que sacude a Argentina en los últimos días y que ha causado la muerte de al menos medio centenar de personas.
El Vélez había perdido el liderato en la clasificación en el penúltimo capítulo del torneo, cuando igualó a uno con el Lanús, mientras que el Huracán alcanzaba por primera en el año el primer puesto, con un punto de ventaja sobre su último rival, al derrotar al Arsenal por 3-0.
Pero el campeón, que marcó la mayor cantidad de sus goles durante el torneo en las segundas partes, mantuvo una permanente actitud ofensiva que finalmente, pese a varios errores, le permitió alcanzar el séptimo título de su historia.
El partido fue friccionado desde el comienzo y paulatinamente el "Globo" se fue metiendo en su propio campo. Vélez Sarfield intentaba entra, pero no lo conseguía ante la férrea defensa visitante.
En el primer tiempo, sin embargo, Huracán tuvo claras opciones para marcar, de hecho, sufrió un injusto cobro arbitral, cuando un gol de Domínguez fue anulado por una posición de adelanto inexistente.
En la situación de mayor voltaje ocurrida en esa parte, durante la cual el Vélez mantuvo la iniciativa, el portero del Huracán, Gastón Monzón, paró a los 26 minutos un penal al delantero uruguayo Hernán Rodrigo López, lo que lo pudo haber transformado en el héroe de la jornada: con el 0-0 el "Globito" era campeón.
El equipo que dirige Ricardo Gareca se sobrepuso rápidamente a este traspié y superó a su rival en la disputa del balón en el centro del campo, creando además varias jugadas de ataque en un partido de ritmo intenso, aunque a los 45' Federico Nieto estrelló un remate de cabeza en el larguero, acercando una vez más el gol para el forastero.
En la segunda fracción fue todo para Vélez. Pero no podía. Y llegó el minuto fatal. Corría el 38' y un balonazo al área mandó a Monzón, portero del "Globo" a buscar la pelota; también iba López, quien no llegó al balón y sí conectó un fuerte punta pies sobre el portero que quedó en el piso.
El rebote lo capitalizó Maxi Moralez y puso el uno a cero que le dio el triunfo y el título al cuadro del chileno, que no estuvo ni en la banca.
El nuevo campeón, que sólo cayó derrotado en un encuentro en el Clausura, destacó por su solidez, su espíritu de lucha y también por un estilo de juego, que Ángel Cappa, técnico de Huracán, reconoció como "muy bueno".
"Con una final como ésta, con dos equipos que respetan el juego, ha ganado el fútbol argentino,” indicó el entrenador del conjunto perdedor.
