LIMOGES, Francia.- El español Alberto Contador y el estadounidense Lance Armstrong, compañeros en el Astana pero rivales en la lucha por ganar el Tour de Francia, se han confirmado tras las nueve primeras etapas de la carrera como los grandes aspirantes al triunfo final.
Ambos han llegado al primer día de descanso de la actual Grande Boucle, este lunes en Limoges, muy cerca del maillot amarillo del italiano Rinaldo Nocentini: Contador (2º) a apenas seis segundos y Armstrong (3º) a ocho.
Tras los primeros 1.377 kilómetros y el paso por los Pirineos, quince hombres están a menos de tres minutos de la cabeza, mientras que otros favoritos parecen haber ido perdiendo opciones.
El actual campeón, el español Carlos Sastre, es decimosexto, superando a otros candidatos teóricos como el australiano Cadel Evans (18º) y el ruso Denis Menchov (27º), vencedor en mayo en el Giro de Italia y una de las grandes decepciones de los primeros días del Tour.
"No estoy resignado, pero soy realista", reconoce Sastre, subrayando el dominio de Astana, formación de Contador y Armstrong. La formación kazaja cuenta con cuatro hombres entre los seis primeros de la general, ya que el estadounidense Levi Leipheimer es cuarto y el alemán Andreas Kloden, sexto.
Uno de los momentos más brillantes para el equipo se vivió en la contrarreloj por equipos de Montpellier (4ª etapa), donde dieron una auténtica demostración de fuerza y reforzaron las opciones de sus dos líderes.
En el resto de días, las relaciones entre Contador y Armstrong, a menudo complicadas, han marcado la actualidad de la carrera, con Astana llevando las riendas de la situación.
"Llevamos el peso de la carrera en este Tour de Francia. Pero no está mal vernos ayudados por otro equipo que quiera conservar el maillot amarillo", explicó Alain Gallopin, uno de los directores deportivos de la formación de Kazajistán.
Para AG2R, el equipo de Nocentini, el peligro vendrá más adelante. Contador, a apenas seis segundos, no parece tener prisa por vestirse de amarillo, a la espera de su oportunidad, posiblemente en los Alpes.
El domingo, Armstrong reconoció que en el seno de Astana había una relación no del todo plácida. "La verdad es que hay una pequeña tensión", respondió a una televisión francesa al ser preguntado por este tema. "Alberto está fuerte y es muy ambicioso", apuntó.
Sobre los posibles adversarios para Astana, Gallopin apuntó directamente a un nombre: Andy Schleck. El luxemburgués del Saxo Bank es noveno en la general y podría ser el hombre capaz de romper lo que parece un pulso exclusivo entre Contador y Armstrong.
El texano ha anunciado ya que no hay que esperar nada relevante hasta la llegada al Verbier, el domingo. "Lance no comete errores en la carrera", destaca Gallopin, que reparte juego al ser preguntado sobre quién tiene más opciones de ganar el Tour.
"Alberto, por lo que hace en la contrarreloj y las llegadas en alto. Pero con Lance, nunca se puede hacer pronósticos. A menudo hemos dicho que no es un corredor como los otros. Es verdad", aseveró.
Ese pequeño margen de dos segundos presenta un panorama emocionante antes de la parte decisiva del Tour. La competición regresa el martes, con la disputa de la décima etapa entre Limoges e Issoudun (194,5 kilómetros).