Brilla con luces propias. A pesar de la derrota, Olivera descolló en la U: marcó dos goles y se movió por todo el frente de ataque generando peligro.
Macarena Pérez, El MercurioSANTIAGO.- Golpe a golpe. Así partió el duelo que marcó el debut de Universidad de Chile, campeón del Apertura, en el torneo de Clausura del fútbol chileno.
Era algo absolutamente impensado en la antesala del duelo, que enfrentaba toda la jerarquía de los azules con las debilidades de uno de los equipos que tras el Apertura quedaron amenazados por el descenso.
Sin embargo, Rangers se paró sin temor frente a los de José Horacio Basualdo.
Óscar del Solar dispuso a una ordenada defensa de cuatro hombres, con tres volantes delante de ellos. Villaseca por el centro, sin avanzar y desplazándose levemente hacia los costados para cubrir el espacio dejado por Bonet (derecha) o Núñez (izquierda), quienes subían en forma alternada.
Más arriba, Gutiérrez fue un movedizo enganche -y media punta- y en ataque neto, Ojeda y Vranjicán explotaron su potencia física y buena ubicación.
Era una buena apuesta la del entrenador piducano. Y le resultó.
A los 15 minutos, Enzo Gutiérrez abrió la cuenta para el atrevido forastero, poniendo en evidencia las debilidades del fondo azul dispuesto por el debutante (en el torneo nacional) Basualdo. El trasandino dispuso a una línea de cuatro bastante mentirosa, pues el lateral derecho (Contreras) tuvo la misión de participar más en ataque que en defensa.
Sin embargo, 6 minutos más tarde, Juan Manuel Olivera igualó desde los doce pasos, tras una discutida infracción sobre Edson Puch.
A los 26 minutos, la visita volvió a golpear. Tras un corner y un par de rebotes, la pelota se fue al borde del área chica. Ahí estaba Marco Villaseca, que se estiró para conectar el balón con el pie y vencer a Pinto.
Diez minutos más tarde, Manuel Villalobos recibió sólo a la entrada del área rojinegra. El ariete no dudó, entró y ante la salida de Martínez, el ocho azul definió al segundo palo que le había regalado el meta.
Pero a los 39' Enzo Gutiérrez volvió a dejar en evidencia que de la mitad hacia atrás el planteamiento de Basuadlo no funcionó. Las salidas rápidas de Rangers encontraban sólo a tres en el fondo, pues Contreras, por lo general, era pillado en ataque. Con el 2-3 chunchos y piducanos se fueron al descanso.
En la segunda fracción, Olivera se despachó el gol de la noche. Corría el minuto cinco del complemento y Emilio Hernández ejecutó un tiro libre desde la izquierda del ataque azul. Lo sirvió por aire al área grande, entre el punto penal y el segundo palo. El uruguayo le ganó a todos por arriba y gatilló un medido y bombeado disparo que se coló en el ángulo superior derecho de Martínez.
En el minuto 59', apareció, otra vez, Gutiérrez, perpetuando los vacíos dejados por la U, que a esas alturas ya se estaba entregando casi por completo al ataque. 3-4 rezaba el marcador electrónico sobre Los de Abajo.
Y todo se complicó aún más para el campeón, cuando a los 73' le mostraron la segunda amarilla a Rodrigo Rivera y a los 78' lo mismo le ocurrió a Rodrigo Jara.
En el epílogo, y con un conjunto local, que estaba volcado al ataque, vino otra salida fulminante de los de Del Solar y Pablo Vranjicán transformó el triunfo en goleada de Rangers con un 3-5 (94').
La U mostró pasajes de buen fútbol, controló el balón y llegó al arco rival, de hecho, pudo hacer -y debió- al menos tres goles más, pero no estuvieron finos en la definición ante la, cada vez más, poblada defensa talquina.
El problema era cuando Rangers recuperaba la pelota en su territorio, ahí aparecían las grietas del modelo Clausura de la U. Habrá que ver si el trabajo cerrará los forados o si, definitivamente, Basualdo intentará otra cosa.