ROMA.- El astro Michael Phelps debutó con el oro en el esperado relevo 4x100m libres que ganó Estados Unidos delante de Rusia y Francia, el domingo en el Mundial de natación de Roma, marcado por los seis récords mundiales que alimentan la polémica sobre la influencia de los trajes.
El cuarteto estadounidense, vigente campeón olímpico, se impuso en la piscina del Foro Itálico con un tiempo de 3 minutos, 9 segundos y 21 centésimas.
"Cuando venimos a una reunión tenemos el objetivo de ganar los tres relevos y creo que esta es la forma ideal de empezar", dijo Phelps.
Los rusos (3:09.52), desde el carril número 8, se mezclaron en la revancha de la final olímpica de antología entre norteamericanos y franceses (3:09.89), que pese a ser favoritos, una vez más claudicaron contra Phelps, más allá de contar con el plusmarquista de la prueba reina, Alain Bernard.
"Es un tercer puesto decepcionante. Esto me desestabiliza", afirmó Bernard.
De esta forma, EEUU consigue su tercer título del mundo seguido y Francia sigue sin poder romper la "maldición" de no ganar un oro en una gran cita en relevos.
Mención aparte merece Braisl, con el líder César Cielo, campeón olímpico de los 50m libre, que quedó al pie del podio con un cuarto puesto.
El gran ruido en el natatorio romano, colmado por unos 12 mil espectadores, llegó antes, con la consagración de Federica Pellegrini, delante de las británicas Joanne Jackson y Rebecca Adlington.
La sirena italiana, que cumplirá 21 años en pocos días, ganó el título mundial de los 400m libre con un nuevo récord mundial (3:59.15) incluido, superando su propia marca del 27 de junio de 2009 en Pescara, durante la disputa de los Juegos Mediterráneos (4:00.41).
"Esta medalla es maravillosa, fruto de mucho trabajo y me la merezco. Vale muchísimo y esto me llena más de emociones que durante los Juegos, ya que es de oro (la medalla)", sostuvo la vencedora.
Pellegrini mejoró por tercera vez en su carrera la plusmarca de una distancia que la tenía nerviosa y preocupada, al punto de haberse sentido mal físicamente previo a la largada.
Otra actuación para la historia fue la del alemán Paul Biedermann, que se llevó el título mundial de los 400 metros libres con récord del mundo (3:40.07), borrando la plusmarca de 3:40.08 establecida por una leyenda de la natación, el australinao Ian Thorpe, que la guardaba desde el julio de 2002.
El germano, de 22 años, derrotó al tunecino Oussama Mellouli (3:41.11) y al chino Zhang Li (3:41.35), para alzarse con su primer título mundial, luego de haber quebrado el récord de Europa en las series de la mañana, en las que el coreano Park Tae-Hwan, campeón olímpico y del mundo, no pudo clasificarse.
Por su lado, el relevo femenino de Holanda confirmó su favoritismo y se llevó el oro, además de dejar como regalo al público un récord mundial.
Inge Dekker, Ranomi Kromowidjojo, Frederike Heemskerk y Marlene Veldhuis, cuarteto que tenía el récord mundial desde el último campeonato europeo en 2008, explotó la distancia con un crono de 3:31.72, con el que batieron a Alemania y Australia, mientras que EEUU quedó al pie del podio.
Sin embargo, para la alemana Britta Steffen la plata es dulce, porque aprovechó su primera pasada en el relevo para establecer un nuevo récord mundial en los 100m libre, 52.22, mejor que su antigua plusmarca de 52.56.
Por su parte, la sueca Sarah Sjostrom, con un crono de 56.44 en semifinales de los 100m mariposa, festejó su pase a la final con récord mundial, al igual que la estadounidese Ariana Kukors, que batió el récord de 200m estilos en semis (2:07.03).
Ambas esperan volver a romperlos el lunes, cuando disputen la final de sus distancias en el Mundial de la polémica por los bañadores de alta tecnología, que en una jornada hicieron estallar seis plusmarcas.