RIO DE JANEIRO.- En la víspera del partido amistoso de este miércoles contra Estonia, en Tallin, los jugadores de la selección brasileña admiten que su mente está en otra parte: en el duelo del 5 de septiembre en Buenos Aires contra Argentina, por las clasificatorias del Mundial de Sudáfrica 2010.
El delantero Robinho lo admite sin medias palabras: "Con todo el respeto hacia Estonia, nuestro pensamiento está en Argentina", afirmó, en declaraciones publicadas este martes por agencias de noticias brasileñas.
La preocupación de Robinho es común a todos sus colegas a tres semanas del "superclásico" del fútbol sudamericano, que en este caso tiene un sabor especial, ya que Argentina necesita un triunfo para rehabilitarse en las clasificatorias, ya que actualmente ocupa un peligroso cuarto puesto en la tabla de clasificaciones, con 22 puntos.
Brasil, a su vez, es el actual líder del torneo sudamericano con 27 puntos, y sólo necesita sumar un triunfo más para sellar su pasaporte hacia el Mundial de Sudáfrica.
Según el astro Kaká, el del 5 de septiembre será un partido jugado bajo fuerte presión, ya que "a Argentina no le va tan bien, mientras que Brasil, con una victoria, se clasifica al Mundial".
"Necesitamos jugar bien contra Argentina, conquistar la victoria y conquistar los tres puntos", coincidió Robinho.
Con una cita tan importante por adelante, el lateral derecho Dani Alves dejó en claro que el principal objetivo del amistoso de este miércoles con Estonia es entrenar el equipo con miras al gran duelo contra la "albiceleste".
"Este amistoso sí es una preparación hacia el duelo con Argentina. Lo más importante es que nadie salga lesionado de acá (Tallin)", expresó.
