BERLIN.- La cuestionada ganadora del oro en los 800 metros en el Mundial de atletismo de Berlín, Caster Semenya, es hermafrodita y la Federación Sudafricana de Atletismo lo sabe, aseguró este viernes la prensa suiza y alemana.
Según el diario suizo "Blick" y el alemán "Bild", Semenya pudo competir porque el veterano preparador físico alemán Ekkart Arbeit manipuló sus niveles de testosterona.
De acuerdo con la versión, cuya fuente es un entrenador que trabajó en Sudáfrica y mantiene buenos contactos allí, los tests de asignación de sexo a que se somete actualmente a Semenya son innecesarios.
"Sudáfrica ya los hizo en marzo, y el resultado es claro", lo cita el diario sin dar su nombre. "Semenya no debería haber participado en el Mundial como mujer. Pero los responsables sudafricanos decidieron correr el riesgo", dijo el entrenador a "Blick".
Según la versión, los sudafricanos usaron a Semenya para conseguir fama y honores, y la víctima fue la atleta. No sólo no se informó a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) del resultado del estudio, tampoco se lo comunicó a la joven ni a su familia.La acusación afecta especialmente al entrenador jefe de los atletas sudafricanos, el veterano Arbeit.
Hoy septuagenario, Arbeit fue entrenador en la antigua República Democrática Alemana (RDA), tiempo durante el cual, según el diario, está probado que proporcionó doping a sus pupilos."No tengo idea de nada. Es completamente descarado no dar ni siquiera el nombre de la fuente imaginaria", comentó Arbeit en declaraciones que reproduce "Bild".
Tras la caída del muro, Arbeit trabajó en Australia, hasta que debió dejar su puesto por acusaciones de doping. Según "Blick", después fue responsable de atletas griegos. El diario menciona el caso de lo corredores Kenteris y Thanou, cuyos tests antidoping en Atenas 2004 resultaron positivos.
Actualmente, Arbeit trabaja en Sudáfrica. "Siempre supo lo que había que hacer para que Semenya pudiera salir airosa de todas sus competencias", cita el diario a su fuente. Según la versión, Arbeit manipuló los niveles de testosterona de la atleta con medicamentos para que no fueran ostensibles en los controles.