SANTIAGO.- Estimulado por la presencia de sus gemelas, Charlene Riva y Myla Rose, y su mujer, Mirka Vavrinek, el suizo Roger Federer minimizó el potencial del serbio Novak Djokovic y lo derrotó por 6-1 y 7-5 en la final de Cincinnati, conquistando su decimosexto Masters 1000, uno más que Rafael Nadal y uno menos que Andre Agassi.
Federer necesitó de una hora y media para adjudicarse su cuarto título de la temporada tras el Masters 1000 de Madrid y los Grand Slam de Roland Garros y Wimbledon.
Esta tarde, el suizo tuvo un comienzo arrollador y llegó a estar 5-0 en la primera manga, la que cerró con un lapidario 6-1.
Djokovic mejoró en el segundo parcial, aunque fue incapaz de conservar dos ventajas importantes: el 3-0 del inicio y un punto de set que tuvo en con el marcador 5-4. Federer, en tanto, salió airoso, con solvencia, y terminó por hundir a Djokovic.
"Ante Andy Murray y hoy, contra Djokovic, he jugado mi mejor tenis. No cabe duda de que el buen inicio de partido me ha ayudado mucho. Esto me da una buena perspectiva de cara al Abierto de Estados Unidos", reflexionó Federer.
La victoria sigue acumulando méritos numéricos para el tenista helvético. Si en Wimbledon se convirtió en el jugador con más Grand Slam de la historia, en Cincinnati, además de situarse a un Masters 1000 de Andre Agassi, se ha convertido en el cuarto jugador de la era open que gana tres veces este torneo. El sueco Mats Wilander lo hizo en cuatro ocasiones. Agassi y Pete Sampras en tres.
Federer enfila con autoridad la llegada del cuarto y último Grand Slam de la temporada. El Abierto de Estados Unidos en Nueva York, que ha ganado de forma consecutiva en los cinco últimos años.