SANTIAGO.- La previa del duelo entre Roger Federer y Lleyton Hewitt (31°), válido por la tercera ronda del abierto de Estados Unidos y escenificado en el Arthur Ashe Stadium, ofrecía un antecedente demoledor favorable al suizo: en los últimos seis años le propinó 13 victorias en serie.
"No puedo creer que le haya ganado tantas veces seguidas", exclamó Federer, quien registra cinco títulos y 37 partidos seguidos en Flushing Meadows.
Y Federer tendrá que creerlo nomás, porque esta tarde, incluso, agigantó la diferencia tras superar a Hewitt en cuatro mangas: 4-6, 6-3, 7-5 y 6-4.
En el primer set, el que ilusionó al australiano, el número 1 del mundo no se vio tan fino en el saque (cometió dos dobles faltas), cometió muchos errores no forzados (23 contra 9) y, en consecuencia, tuvo que cederlo en 39 minutos.
Luego, el asunto fue más parejo. Federer enfocó mejor, erró menos y, al cabo, impuso su jerarquía para ganar 6-3 en media hora.
El tercer capítulo fue más emocionante y que sólo se definió en los momentos finales: 7-5 para Federer, en 47'.
La cuenta se cerró en más tiempo de lo esperado, porque Federer llegó a estar 5-2 y, tras cartón, Hewitt comenzó a repuntar. No le alcanzó, en todo caso, porque en 36', y con un 6-4, el 1 del mundo decretó su paso a los octavos de final.
Cualquiera sea el camino de Federer en el US Open, no perderá su condición de monarca del tenis mundial. Ni siquiera un triunfo de sus escoltas (Andy Murray y Rafael Nadal) lo bajará del pedestal.