MADRID.- El Barcelona recuperó las sensaciones de la pasada temporada y dio este martes un recital de fútbol al ganar por 4-1 en el campo del Racing de Santander, victoria que lo deja cómo líder de la Liga española, con 12 puntos, tres más que su archirival Real Madrid que este miércoles enfrenta a Villarreal en El Madrigal.
Josep Guardiola, técnico del Barcelona, se quejó esta semana del nivel de juego de su equipo y aseguró que el equipo debía jugar mejor. Sus jugadores asimilaron el mensaje y dieron una lección en Santander para lograr su cuarto triunfo en otras tantas jornadas de la Liga española.
La puesta en acción del actual campeón de Liga fue imponente y no tardó en intimidar a su rival. Volvieron el fútbol vertical, los toques infinitos, la velocidad en el área y la inspiración.
Fue la mejor versión del Barcelona, que a los 26 minutos ya ganaba por 3-0. El primer tanto llegó a los 20 minutos, en una jugada de estrategia que salió perfecta. El gol llevó la firma de Zlatan Ibrahimovic, que lleva cuatro goles.
Tres minutos después se produjo una maravilla, con una jugada colectiva en la que los jugadores visitantes se hartaron de tocar el balón. El cuero llegó al argentino Lionel Messi, quien definió con su calidad habitual.Y tres minutos más tarde se produjo el tercer golpe azulgrana.
Ibrahimovic dibujó un precioso taconazo y Gerard Piqué completó la asistencia del sueco. Partido sentenciado en media hora, como solía hacer el Barcelona de la pasada temporada.
La segunda parte hubiera sobrado de no ser por los dos magníficos goles presenciados, uno para cada equipo.La jugada del partido la protagonizó Messi, quien dejó tirados a tres defensores para luego soltar un cañonazo que entró por la escuadra. Fue el quinto gol del argentino, máximo goleador de la Liga española, y acto seguido fue sustituido entre la ovación de la hinchada local.
Racing de Santander se despidió con un gol que también fue bonito. Lo protagonizó Oscar Serrano, quien dejó atrás a Rafa Márquez y puso el balón en la escuadra. Serrano se vistió de Messi por un día.
Barcelona reguló en toda la segunda parte porque lo dijo todo en la primera, en la que ofreció fútbol de alta escuela. Como la pasada temporada, en la que rompió todos los récords.
