Mark González quedó anímicamente afectado por su esguince de tobillo.
Nicolás Olea, El Mercurio.SANTIAGO.- A eso de las 5:45 A.M. la algarabía era total en la puerta de llegada de los vuelos internacionales del aeropuerto Arturo Merino Benítez. Más de 500 hinchas cantaban y agitaban banderas esperando que aparecieran los héroes de Medellín.
La espera se extendió por casi una hora, pues el vuelo que traía a la selección chilena aterrizó a las 6:51 horas. En ese momento, los gritos se intensificaron y comenzaron a producirse carreras de un lado para otro por parte de la multitud. Bastaba que cualquiera de los presentes dijera "ahí van" y todos corrían hacia donde la persona apuntaba.
Sin embargo, lo jugadores no salían y la impaciencia comenzaba a manifestarse entre los presentes. En eso, salió raudamente Harold Mayne-Nicholls, presidente de la ANFP.
El dirigente se veía contento y dijo a Emol que el vuelo desde Colombia se había desarrollado con total tranquilidad. "Estaban contentos con el logro obtenido, pero con calma. Quieren ganar el miércoles", dijo el dirigente.
Por otra parte, otro de los directivos que acompañaba a la selección afirmó que las celebraciones se produjeron mayormente antes de abordar el avión, en el aeropuerto Río Negro de Medellín.
"Se sacaban fotos, se hacían bromas, pero en el avión todo estuvo calmado. Estaban cansados", dijo Felipe Lazcano, gerente de Naval de Talcahuano.
Pero no todo era alegría entre los jugadores de la "Roja". Mark González, que en el duelo ante Colombia salió lesionado con una fuerte esguince en su tobillo izquierdo, estaba afectado por la dolencia, que lo dejará entre dos y tres semanas fuera de las canchas.
"Estaba medio bajoneado", confesó a Emol Javier Riquelme, utilero de la selección nacional.
El delantero del CSKA Moscú llegó en silla de ruedas al aeropuerto de Medellín y salió de igual forma del terminal santiaguino. González no podía caminar, pues fue enseyado en Colombia.
La selección no aparecía y la paciencia de la hinchada se agotaba. Los presentes comenzaban a abandonar el terminal aéreo.
Y a eso de las 7:30 de la mañana, el plantel chileno realizó su mejor finta y salió del aeropuerto por una puerta lateral, dejando a los hinchas con las ganas de saludarlos y expresarles su alegría por la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010.
Sólo algunas decenas de hinchas pudieron ver la salida del bus de la selección y saludarlos desde la calle, al pasar.