González carece de los implementos básicos para entrenar.
LUNSANTIAGO.- "Moral y dignidad, tú tienes que tener moral y dignidad". Esta es parte de la arenga que recibió Tomás González cuando se aprestaba a tomar carrera para disputar la final del Mundial de Gimnasia de Londres.
Su entrenador, el cubano Joel Gutiérrez, era su único soporte. A su lado, todas las potencias mundiales contaban con al menos un entrenador, un médico, un sicólogo y un fisiatra. El chileno, no.
"Hay que ser tremendamente grande para competir así", dice Gutiérrez. González compitió, llegó a la final y fue séptimo. Pero eso quedó atrás y ahora busca un cupo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
"Los competidores son los mismos, así es que debería repetir lo que hice en el Mundial", adelanta el chileno, de 23 años. Sin embargo, necesita más que su convicción, pues no solo carece de los especialistas que acompañan a todos los deportistas más calificados en sus respectivas competiciones.
El chileno carece también de los implementos básicos para entrenar. En la ronda clasificatoria para la final de Londres, González terminó cuarto, a solo dos décimas del primero. Todo por un pequeño error en la caída. "Acá (en Chile), él entrena en un suelo duro; cuando compite no puede controlar sus movimientos en una superficie que es como un trampolín", explica su entrenador.
En este momento González solo cuenta con el apoyo del programa ADO, que le da los mismos beneficios que recibían Kristel Köbrich y Natalia Duco, pero hoy el mejor gimnasta chileno de todos los tiempos necesita de algo más para aspirar a una medalla en los Juegos Olímpicos.
"Si Tomás necesita más apoyo del ADO se lo vamos a entregar", dice Neven Ilic, presidente del Comité Olímpico de Chile. Pero agrega: "Ahora, si necesita mucho más, tendremos que encontrar los mecanismos para conseguirlo".
La idea de Ilic es que por fin una empresa privada apoye a González. "Se tienen que dar cuenta que esto es un deporte rentable, yo ya fui a un Mundial y fui finalista", remató el deportista.