BERLÍN.- Aficionados del Hannover y resto de ciudadanos formaron desde primera hora de la mañana largas colas ante el estadio de la ciudad, donde a partir de las 10.00 GMT se rendirá homenaje a Robert Enke, el arquero de la selección alemana que se suicidó el pasado martes, a los 32 años.
Para el oficio en el estadio, presidido por la cúpula futbolística y con abundante representación institucional, se espera rebasar con creces el aforo de 45.000 plazas del recinto y se han dispuesto pantallas gigantes en su exterior para los miles de personas que se espera se acerquen a seguirlo ahí en directo.
Cinco cadenas de televisión transmitirán el acto -desde la pública ZDF a dos canales de información, un canal regional y otro deportivo-, que según medios podría ser la mayor manifestación de duelo desde el entierro del primer canciller de la República Federal Alemana (RFA), Konrad Adenauer, en 1967, con 300.000 asistentes.
La muerte de Enke ha tocado la fibra de toda Alemania y revelado la presión a veces insufrible sobre los deportistas de elite.
Enke se tiró a la vía del tren el pasado martes, en las cercanías de su casa de Hannover, la ciudad del último club en que jugó.
Según reveló su viuda, Teresa, el guardameta estuvo en tratamiento por depresión en 2003 y posteriormente sufrió varias recaídas, atribuidas tanto a cuestiones privadas como el miedo al fracaso futbolístico.
En 2006 murió su hija de dos años, Lara, víctima de una enfermedad cardíaca congénita, y al parecer ahora temía perder a su segunda hija, Leila, adoptada en mayo con dos meses, por culpa de una nueva depresión.
En lo deportivo, su trayectoria estuvo marcada por varias decepciones, puesto que no llegó a cuajar en los clubes europeos por los que pasó, entre el 1999 y el 2004 -Benfica de Lisboa, Barcelona, Fenerbahce de Estambul y Tenerife-.
De regreso a la Bundesliga, recuperó la estabilidad en el Hannover, pero con el éxito que supuso su inclusión en la selección nacional de Joachim Löw, en 2007, resurgió su pánico al fracaso.
Una reciente infección intestinal afectó su preparación para el Mundial de 2010 en Sudáfrica y quedó fuera de las últimas convocatorias de Löw, incluido el partido que iba a jugarse ayer contra Chile, desconvocado por la tragedia.
Al funeral en el estadio de Hannover acudirán representaciones de todos los clubes europeos por los que pasó, además de la selección alemana en pleno, varios ex seleccionadores y compañeros de la mayoría de los equipos de la Bundesliga.
Tras la ceremonia, el féretro de Enke será transportado a un cementerio vecino, donde está enterrada su hija Lara.