SANTIAGO.- Le costó avanzar a las semifinales del Clausura a Colo Colo, pero lo logró gracias a su pequeña cuenta de ahorro y una avanzada en los últimos minutos.
El equipo de Tocalli ganó con gol en los descuentos por 4-3 en el Monumental ante la Universidad de Concepción, que presionó en el segundo tiempo y estuvo a un gol de amargar la noche colocolina.
Desde un comienzo Colo Colo se vio sorprendido pero pareció controlar el juego. Ayudado, claro, por el 2-1 a su favor anotado en la ida.
A los 3' Gabriel Vargas marcó tras conectar de cabeza e ilusionó al Campanil. Pero el equipo albo se posicionó, como hace rato, en zona rival.
No podía penetrar el, como dice Tocalli, "área 18" (18 yardas; área grande) hasta que las individualidades aparecieron.
Miralles cedió a Macnelly Torres como en baby fútbol, éste la abrió a la derecha donde asomó Charles Aránguiz y empalmó la bola de primera (12').
Y ya a los 19' Cristian Bogado decretó el 2-1 con un golazo. Recibió el paraguayo de espaldas al arco y eliminó con una mediavuelta la marca cercana de Claudio Muñoz y la estirada de Elduayén.
La ilusión de la U. de Concepción volvió a los 34' cuando Arturo Sanhueza cargó a Laffatigue al momento que ambos esperaban el centro. Infantil la falta, Osorio -de buen cometido- pitó sin dudar penal y otra vez Gabriel Vargas marcó.
Pero como al inicio, dos minutos después vino el tercer tanto de Colo Colo. Autogol de Fernando Giménez pero gatillado por una buen labor de Macnelly. El colombiano, quien podría partir al Santos de Brasil, sirvió con fineza un tiro libre y el paraguayo la rozó.
En el segundo tiempo el Campanil creció y puso nervioso a Colo Colo. Controló el balón y puso la pelota en zona rival constantemente. Ahí cambió el partido.
A los 53' historia repetida del primer tiempo. Falta torpe de Sanhueza a Laffatigue, penal y gol impecable de Vargas, que sumó tripleta en la noche de Macul.
El equipo albo se complicó pero al final resistió, aguantó los embates y avanzó a semifinales tras una anotación de Rodrigo Millar (90'+1), donde asoma el equipo papayero, dirigido por un símbolo de la U, como Víctor Hugo.