QUITO.- Liga Deportiva Universitaria de Quito (LDU) viajó hoy a Brasil con la ventaja de 5-1 conseguida en el partido de ida, pero sus jugadores no están confiados para el encuentro de revancha, el próximo miércoles ante Fluminense, en la final de la Copa Sudamericana.
El cuadro universitario viajó en un vuelo particular, que llevará directamente al equipo hasta Río de Janeiro.
La única ausencia del equipo, que dirige el uruguayo Jorge Fossati, será el centrocampista juvenil Miller Bolaños, pues fue operado hoy de una fractura en el quinto metatarsiano, que lo mantendrá fuera de las canchas por los próximos dos meses.
Entretanto, el defensa Jairo Campos se recuperó de una lesión y aseguró: "Gracias a Dios vamos tranquilos, pero con los dientes apretados, porque en el fútbol puede pasar cualquier cosa. Si nosotros pensamos que tenemos todo en las manos, eso nos puede complicar".
Por su parte, Franklin Salas, autor de uno de los cinco goles en el partido de ida aseveró: "Por más que se tenga la experiencia de haber disputado finales en otros torneos, también sentiremos la presión, porque se aproxima la consecución de un objetivo".
Luego añadió que, en estos momentos, a un jugador le "entra la ansiedad, las ganas de ya vivir el desarrollo del partido".
Liga de Quito dio descanso ayer a varias de sus figuras en el encuentro del torneo local que perdió por 1-0, en su visita al Emelec guayaquileño, pensando más en el partido final de la Sudamericana.
El cuadro universitario, aparentemente, repetiría la alineación que presentó en el encuentro de ida, aunque fuentes cercanas al equipo señalaron que en el lugar Walter Calderón actuaría Claudio Graf, junto a su compatriota Claudio Bieler, en la delantera.