RÍO DE JANEIRO.- El técnico de la selección de Portugal, Carlos Queiroz, aseguró este miércoles en Brasil que no teme enfrentar a los "pentacampeones" en la primera fase del Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, en el que ambos equipos buscarán un cupo en los octavos de final por el Grupo G.
"A mí nadie me quita el sueño. Brasil tiene a excelentes jugadores que en cualquier momento pueden hacer la diferencia, pero yo tengo que concentrarme en la capacidad de mi equipo, de estar siempre un paso adelante de la selección brasileña", expresó el entrenador, al intervenir en Río de Janeiro en el Foro Internacional de Fútbol (Footecon).
Queiroz recordó que, la última vez que enfrentó a la "verdeamarela", el equipo luso sufrió una humillante derrota por 6-2, pero aseguró que ese partido amistoso dejó lecciones que serán aprovechadas en el Mundial.
"No podemos actuar de la misma manera que en el último partido amistoso, con el equipo abierto, desconcentrado y desordenado. No volveremos a hacerlo en la Copa", prometió el técnico luso.
En su intervención en el evento organizado por el técnico brasileño de Sudáfrica, Carlos Alberto Parreira, Queiroz dedicó generosos elogios al trabajo del entrenador del equipo "pentacampeón", Carlos Dunga, a lo largo de los últimos tres años.
"Ese equipo brasileño juega concentrado, con disciplina, con todos trabajando por la pelota, algo que no es muy común en Brasil. Ese equipo trae a Dunga reflejado en las mentes de todos los jugadores, lo que considero como una gran virtud", expresó.
El entrenador portugués se negó, por otra parte, a formular pronósticos sobre los equipos que lograrán pasar a la segunda fase del Mundial de Sudáfrica: "Todavía quedan seis meses por adelante y habrá que ver cómo llegarán al Mundial los principales jugadores".
Queiroz recordó que, en el Mundial de Corea/Japón 2002, Francia era la favorita al título, pero terminó eliminada en la fase de grupos porque sus principales estrellas, Zinedine Zidane y Thierry Henri, "llegaron en condiciones terribles, completamente destruidos, y Francia sufrió por ello".