Renault apura la venta de su equipo de Fórmula 1 y, ya sin Fernando Alonso en sus filas, podría seguir el camino de Honda, Toyota y BMW y convertirse en el cuarto en salir de la categoría.
Bernie Ecclestone, dueño de la comercialización de la F-1, reveló que Renault recibió cuatro ofertas para ceder el control de la escuadra.
El millonario luxemburgués Gérard López, el propietario de Prodrive y responsable de Aston Martin David Richards y otras dos empresas, cuya identidad ocultó, son lo que están interesados en el equipo francés, según Ecclestone.
"Hemos estado en la F-1 como amigos de mucha gente y hemos hecho negocios, pero no habíamos pensado en involucrarnos más. Pero ahora son tiempos de cambio y creemos que hay una opción de entrar y construir una plataforma que invente un nueva F-1 y podemos ser parte de ella", indicó López. "Es momento de nuevos equipos y nuevos inversores", indicó a la prensa francesa.
López fue más allá y aseguró que su interés no implica el cambio del nombre del equipo, sino que se mantendría como Renault, de ahí que represente la mejor opción para Ecclestone.Prodrive plantea otra opción, según admitió su director David Richards.
"Hay tantos rumores acerca de la Fórmula 1 y Prodrive que no queremos comentar nada sobre los últimos", sostuvo el ex director de BAR y Benetton.
El empresario serbio Zoran Stefanovic, cuyo nombre estuvo entre los interesado para comprar Toyota, puede estar entre los postulantes a Renault, según la prensa francesa, que también da opciones al español Alejandro Agag, amigo de Flavio Briatore.
El presidente de Renault, el brasileño Carlos Ghosn, a quien en los ambientes empresarios llaman "cost killer" (asesino de costos) por sus antecedentes de reducir gastos, planea una salida de la F-1, como ya la había insinuado años atrás.
El español Alonso, que fue campeón del mundo con Renault en 2005/2006, se marcó al año siguiente a McLaren porque, entre otras cosas, temió la salida del equipo de la categoría con el desembarco de Ghosn. Renault no hizo comentarios oficiales sobre un eventual traspaso de acciones, pero, en Enstone, Inglaterra, sus ingenieros trabajan en el desarrollo del auto para 2010, tras la salida de Alonso (hacia Ferrari) y la incorporación del polaco Robert Kubica.
Ghosn garantizó a principios de noviembre que se anunciaría la presencia o no de Renault en la Fórmula 1 "antes de final del año".La automotriz francesa, que registró una pérdida neta de 2.700 millones de euros en el primer semestre de 2009, debe encontrar un sólido respaldo económico, en una competición que requiere altos presupuestos, aún luego de las reducciones.
Renault terminó octavo de diez en la clasificación de equipos y, encima, manchada por el llamado "Crashgate", el accidente voluntario del Gran Premio de Singapur de 2008 de su ex piloto Nelsinho Piquet, que declaró que había sido ordenado por sus dos ex jefes, Briatore y Pat Symonds.
El Consejo Mundial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) expulsó de por vida a Briatore de la F-1 por ese incidente y suspendió a Symonds por cinco años.Renault consiguió mantenerse en las carreras, a menos que reincida antes de 2011.
El Mundial ya sufrió la salida de Toyota, siguiendo los pasos de Honda (retirado a fines de 2008 y posteriormente adquirido por Ross Brawn), BMW y también del fabricante de neumáticos Bridgestone.