Las manos de Labruna dejan huella en La Florida.
José Alvujar, El MercurioSANTIAGO.- Hace frío en Santiago, más en el estadio Bicentenario de La Florida. Los jugadores de Audax Italiano aún no llegan de un entrenamiento físico realizado en otro recinto de la comuna. Quien sí está ya en el estadio es el DT de los verdes, Omar Labruna.
Es que el técnico argentino se adelanta a sus dirigidos para prepararles lo que los jugadores itálicos esperan toda la semana: Un asado a la argentina.
El tema es que los propios miembros del plantel reconocen que la mano del adiestrador no sólo se ha notado en el trabajo táctico, también ha mostrado sus dotes frente a la parrilla. Incluso un comensal admite que antes no digería carne de vacuno, pero una vez que probó la cocina de Labruna, no puede resistirse.
Es justo este detalle una de las claves, según el propio DT, que tienen a Audax Italiano como el equipo sensación del torneo chileno . Para el trasandino este solo gesto ha servido para que el equipo se una y se arme un grupo afiatado.
Y los asados ya son parte de la rutina del plantel. Uno a la semana, y Labruna le entrega máxima relevancia a este hecho.
"Es una actividad recurrente, se hacen todas las semanas y son muy buenos, por eso el grupo está tan fuerte. Las grandes campañas las hacen los grandes grupos y esto ayuda a lograrlo".
Dicen que usted es un maestro en la parrilla, debe tener su secreto
"Sí, hacerlo tranquilo, despacio, acá en Chile están acostumbrados a hacerlo vuelta y vuelta; El corte de carne debe ser un poco más gordo. Ya los estoy acostumbrando a hacer un buen asado. Aprovecho de paso de agradecer a la directiva, porque ya me están armando una parrilla grande como corresponde para comer los grandes asados argentinos".
Esa es la clave fuera de la cancha, pero en lo futbolístico ¿Cómo ha hecho para levantar a un equipo que estaba 13° y ahora ya es 4°?
"Nos vinieron bien los tres partidos de Copa Chile. Intenté conocer el equipo y darle una seguridad defensiva que era lo que faltaba. Después en la pretemporada le dije al preparador físico que trabajara duro esa parte. Luego vi que tenían las características para hacer mi fútbol, un fútbol ofensivo, con dinámica. Los jugadores lo han interpretado más rápido de lo que yo mismo creía. Y algunos ajustes tácticos".
¿El trabajo físico se debe a que no estaban bien preparados?
"Cuando yo llegué el tema físico no estaba de acuerdo a lo que yo quería, pero lo mejoramos".
¿Qué ajustes tácticos hizo?, porque en la práctica es el mismo equipo de Barticciotto
"Sí, los refuerzos no han jugado. Vílchez jugaba más a la izquierda, ahora lo dejé más suelto, porque él es un jugador muy rápido que llega bien a las coberturas. Solté a Rieloff y Matías Campos y a Chrtistian Martínez y Benítez los hice más aguerridos en la marca".
Les queda jugar con Colo Colo, tal vez para acortar distancias con el que hoy es puntero, ¿Cómo se le gana a ese equipo?
"A Colo Colo hay que saberlo atacar, a esos equipos les generan muchas posibilidades de gol. Seguramente le saldremos a ganar el partido. No tenemos por qué temer a nadie. Este equipo no ha tocado techo aún".
Usted tuvo grandes tenmporadas como ayudante de Ramón Díaz en River Plate. Coincidió con Marcelo Salas, ¿Qué recuerda de cuando el chileno llegó al Monumental?
"Llegó con una mentalidad humilde, pero con un empuje ganador y una capacidad de sentirse fuerte; Era una gran persona y gran profesional. Le tocó ir a uno de esos equipos brillantes de River donde de entrada no jugaba, porque estaban Julio Cruz y Francescoli, pero de a poco se fue ganando su lugar y nunca nos olvidamos los argentinos cuando hacía goles y la cancha se venía abajo con el "shileno", "shileno"".
¿Recuerda alguna anécdota del goleador histórico de la selección chilena?
"Era un jovencito, recién estaba casado y la señora en esa época también era una lola. Una vez en una concentración previa a un partido me golpeó la puerta en la madrugada, pasada la 01:00 de la mañana. Nos dijo que la mujer estaba con un poco de miedo, que veía sombras en el balcón y a pesar de que estábamos concentrados le permitimos que se fuera a su casa, porque si lo dejaba no iba a dormir él y la mujer le iba a seguir rompiendo la cabeza, entonces lo dejé. Son lindos recuerdos, parte de lo futbolístico".