BUENOS AIRES.- Lo que parecía un día trámite se convirtió casi en una pesadilla para dos pilotos chilenos en el Dakar. Eliseo Salazar de autos y Andrés Tamm de motos tuvieron que sortear complicaciones a horas de la largada de la prueba en el Obelisco en Buenos Aires.
Lo más grave es lo del ex conductor de televisión, quien se intoxicó con la cena de Año Nuevo y hasta su presentación en la rampla de largada se sentía casi sin ganas de conducir.
“Comimos sushi en la cena del hotel, era lo único que había y cuatro personas del equipo resultaron con problemas. El más complicado de todos fue el mecánico. Yo me siento muy mal, no he comido nada, sólo líquido”, contó Salazar.
El ex piloto de Fórmula Uno pasó una pésima noche, no durmió mucho y se notaba en su rostro pálido como con pocas ganas de hablar.
“Lo bueno es que hoy es sólo la presentación y un Enlace, esperemos que para mañana estemos mejor. Igual es raro, porque yo tengo “cuero de chancho”, así es que debe haber estado bastante mala la cosa”, apuntó a la vez que admitió no haber puesto reclamo ni haber visitado algún médico.
El otro damnificado del día fue Andrés Tamm, quien corre en dos ruedas. El sanfernandino estaba listo para salir dese La Rural, lugar de las revisiones y trámites administrativos, y su moto no le encendió. “Tuve problemas de batería, algo se quedó prendido”, dijo a Emol el colchagüino.
Luego vino lo peor. “No partió no más. Debí empujar la moto como por dos kilómetros, algunas personas del público me ayudaron y luego me hicieron puente con otro vehículo. Menos mal que pude llegar a la hora para la largada, porque podría haber sido penalizado”, agregó.
A pesar de esto, ambos pilotos pasaron por la presentación oficial y ahora sólo les queda descansar, porque este domingo de madrugada parte la carrera de verdad, la cronometrada desde Vitoria, localidad a la que arriban este sábado los competidores, hasta Córdoba.