La congoja de los peruanos era evidente una vez finalizado el partido.
Reuters
SANTIAGO.- Eran 40 mil hinchas enfurecidos. 40 mil personas que terminaron desilusionadas. 40 mil fanáticos que centraron todo su enojo en una sola persona: Manuel Burga, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol.
Luego del 2-0 que consiguió Chile en su debut en el Sudamericano Sub 20 en Arequipa ante el seleccionado local, se destapó una crisis en el fútbol incaico.
Mientras todo era alegría en el camarín del equipo dirigido por César Vaccia y las lágrimas corrían por la cara de varios jugadores peruanos, en las tribunas todo era un caos.
Centenares de hinchas comenzaron a irse encima del palco donde estaba Burga y comenzaron a insultarlo. Pero no se quedaron en eso: muchos debieron ser detenidos por seguridad antes de que alcanzaran a "linchar" al presidente del balompié peruano.
"Pero eso no fue todo. La hinchada arequipeña esperó en las afueras del estadio la salida del dirigente para hacerle sentir su rechazo, lanzándole proyectiles y gritándole "delincuente". Luego de más de una hora, Burga recién pudo abandonar el recinto deportivo", cuenta el sitio
Perú21.
El Comercio también tuvo palabras para el incidente: "Burga atravesó la sala de prensa que está en el primer nivel del estadio resguardado por un contingente de 10 agentes de seguridad y se encontró a un grupo de hinchas que de inmediato hicieron blanco contra él con palabras, y con algunos objetos".
