Los jueces sudaron la gota gorda durante sus entrenamientos (foto de archivo).
Mirko Aicon, El MercurioSANTIAGO.- Corrieron, sudaron y se sometieron a las instrucciones del técnico, pero no son jugadores de algún club.
Son los árbitros nacionales que desde el lunes 17 de enero y hasta este sábado desarrollaron la pretemporada de cara a los torneos del 2011.
"Fue una ardua y cansadora pretemporada, muy dura, pero por supuesto consideramos que muy importante, ya que nos ayuda mucho para lo que viene, y así como los equipos se preparan, nosotros no nos quedamos atrás", declara agitado Eduardo Ponce, uno de los jueces que este año vivirá su última temporada como profesional.
Los trabajos fueron físicos y tácticos y estuvieron bajo las órdenes del ex referí nacional Carlos Chandía quien declaró que "antes se tomaba en cuenta sólo lo físico, ahora existe una gran importancia a la parte psicológica".
Las jornadas comenzaban a las 8:30 hasta 10:30 donde se enfocaban en lo físico. Posterior a esto venían los prácticos con árbitros y asistentes. Eso lo hacían hasta las 12.30. Para la tarde volvían con el tema teórico de 15 a 16:30 y después finalizaban con acondicionamiento físico y muscular hasta las 18 horas.
Trotes al borde de la cancha, trabajos físicos de abdominales, de desplazamiento y de reacción, acompañados de la parte técnica en la que se simulaban jugadas reales que pudieran pasar en una cancha, eran parte de la rutina diaria que debían realizar los colegiados chilenos.
"Oiga, pero profe, ¿qué está cobrando?", fue una de las frases más suaves escuchadas en las recreaciones realizadas por árbitros sparrings.
"Esta es una modalidad de trabajo que adquirí en el Mundial de Alemania 2006", comentó el 30° mejor árbitro de la década.
Dentro del grupo, donde estaban todos los que imparten justicia en Primera A y B, destacó la presencia de Cristián Rojas, ex jugador profesional y que se decidió a seguir la carrera arbitral.
"Es una experiencia diferente, pero sigo en mi área, en lo que me gusta que es el fútbol, el cual debí dejar debido a una grave lesión, y entre hacer el curso de entrenador y el de árbitro, me quedé con la segunda opción y no me arrepiento para nada", declaró el ex Cobresal.
Agregó que como jugador "era tranquilo, fuerte para jugar, pero muy pocas veces expulsado. Nunca le falté el respeto a uno de mis nuevos colegas". Rojas fue ascendido a la Primera A y desde este año podrá pitar en las canchas nacionales.
Por su parte, Chandía destacó el profesionalismo y dedicación que le otorgaron sus pupilos y que "los muchachos han asumido bastante bien todo esto, ellos han sido responsables y respetuosos del nuevo cargo que tengo. Hemos tratado de ser cómplices, pero sin descuidar lo que son las labores propias de un instructor", confesó.
La pretemporada ya terminó y los jueces esperan poder demostrar dentro del campo de juego todos los conocimientos adquiridos durante esta extenuante semana de trabajos.