SANTIAGO.- Como para sorprenderse. Un árbitro húngaro cobró siete penales en una tarde, luego de dirigir dos partidos un mismo día.
Y esto le pareció raro a la FIFA que iniciará una investigación de los amistosos internacionales Letonia-Bolivia (2-1) y Bulgaria-Estonia (2-2) disputados el miércoles en Turquía tras conocer que los siete goles fueron marcados de penal y que el mismo colegiado pitó los dos partidos y los siete penaltis consecutivamente.
La Federación Boliviana ha pedido que la FIFA compruebe si el colegiado húngaro Lengyel pitó con autorización ambos partidos.
El propio Evo Morales ha manifestado su perplejidad. La Federación Húngara ha suspendido a Lengyel, que dijo que fue a Turquía "a pitar un torneo juvenil" pero que una vez allí le pidieron "por sorpresa" que arbitrara los partidos de las selecciones mayores. La sombra de las apuestas amañadas planea sobre el caso.
Este mismo colegiado, Lengyel, ya estaba bajo sospecha. En diciembre pasado pitó un amistoso entre las selecciones Sub-20 de Bolivia y Argentina que acabó en escándalo. Añadió doce minutos al encuentro y lo dio por finalizado cuando Argentina marcó de penalti el gol de la victoria.