BUENOS AIRES.- Vélez Sarsfield superó con dos goles de larga distancia y un penal al Caracas FC venezolano (3-0) en el partido inaugural del grupo 4 de la Copa Libertadores, pese a arrancar con las luces apagadas.
Maxi Moralez a los 45' y David Ramírez a los 60' marcaron los principales tantos de una victoria lograda con esfuerzo, con escasa amplitud en el juego pero con enorme precisión en los remates largos, a los que los buenos futbolistas apelan cuando por abajo no es posible entrar al área de enfrente.
El tercer gol lo anotó Juan Manuel Martínez a los 84', de penal, cuando al Caracas ya no le salía nada y se resignaba a depositar todas sus esperanzas en ocasiones futuras.
El triunfo del Vélez fue claro, pero trabajoso, sin brillo, con escasa dinámica y carencias en el juego colectivo, aunque igualmente vale los tres puntos que necesitaba para fortalecer su ilusión de otra conquista en la competición más importante del continente.
El equipo local perdió a un pilar apenas comenzado el partido, cuando el delantero Guillermo Franco, en el día de su regreso a Argentina tras varios años en México, España e Inglaterra, se lesionó el hombro derecho y fue sustituido por el juvenil Maxi Giusti a los seis minutos.
Pero Caracas no tuvo tiempo de capitalizar esta situación porque a los 12' se quedó con diez jugadores tras la expulsión del medio Ángelo Peña por dar un codazo a un rival.
A partir de ese momento Vélez tomó la iniciativa e intentó aprovechar su superioridad numérica frente a un rival ordenado, dispuesto a luchar por el balón en la zona central del campo tras limitar en sus movimientos a los creativos locales Maxi Moralez y David Ramírez.
A causa de esto, a Vélez Sarsfield le resultó incómodo el partido, porque no lograba fortalecer su juego una vez que pisaba el campo contrario, donde el Caracas se había hecho fuerte y salía jugando con buen dominio de la pelota liderado por el panameño Nelson Barahona.
Tras aislados intentos ofensivos del conjunto que dirige Ricardo Gareca, Ramírez estrelló un remate en un poste a los 32' minutos después de probar a fondo dos segundos antes al meta Daniel González en la jugada de mayor peligro hasta ese momento.
Caracas hacía su juego y sacaba de las casillas a su rival, pero los nervios de la formación argentina se aplacaron a los 45', cuando Maxi Moralez abrió el marcador con un formidable derechazo desde fuera del área.
Tras otro apagón local en el comienzo de la segunda parte, Ramírez ensayó un zurdazo notable a los 60' que dejó sin asunto al portero venezolano y sentenció el resultado. A esas alturas el equipo de Gareca seguía sin llamar la atención y el visitante apenas si pasaba al territorio argentino.
El conjunto del barrio porteño de Liniers decoró el triunfo con un gol de penalti de Juan Manuel Martínez a los 84'.