De Rossi y Pizarro celebran. A Ranieri no le gustaba que jugaran juntos.
Reuters
SANTIAGO.- El miércoles David Pizarro volvió a las canchas luego de 88 días de para. Y lo hizo de gran forma: fue pieza clave en el triunfo de los capitalinos ante el Bologna. Así y todo su regreso, más allá de ser alabada en lo futbolístico, fue muy criticado.
Inmediatamente el diario Corriere dello Sport puso en duda que justo en el debut del nuevo entrenador, Vicenzo Montella, el chileno haya retornado a las canchas. "Indiscutible como jugador, pero altamente discutible como profesional. Pizarro volvió a jugar durante 90 minutos después de tres meses, manejó su equipo y mostró a todos que con él, Roma tendría muchos más puntos en su haber: una verdadera lástima ", publicaron.
Y luego lanzan una frase que abre toda la polémica. La tesis que tiene al ex Santiago Wanderers envuelto en una fuerte polémica: " Se fue Ranieri y el chileno se curó de inmediato, pareció haberse curado por milagro".
Pero el
diario Reppublica fue más allá. Primero contó como la personalidad conflictiva del chileno no es para nada nueva."Regresó a Italia con 20 días de retraso de las vacaciones de invierno para tratarse en Chile sin previo aviso a los dirigentes. La comunicación sólo a través de mensajes de texto, inlcuso mandaba imágenes de su rodilla inflamada a través del celular".
Luego vienen una serie de promesas incumplidas. Pizarro diciendo que volvería ante el Shakhtar y no haciéndolo. Luego Ranieri pidiéndole que volviera: "te necesito". La respuesta del chileno fue clara: "tengo una molestia en el muslo". Y así un par de diálogos sin concenso. En buen chileno, el mediocampista "le hizo la cama" al DT, jugó para el otro lado.
Esa mala relación tiene una razón. Cuando Luciano Spalletti aún era el entrenador de los capitalinos la dupla inamovible en el mediocampo era Daniele De Rossi con Pizarro, pero de un día para otro, ya con Ranieri en el banco, el cuerpo técnico decidió, que no jugarían más juntos. Eso al nacional le molestó.
La gota que rebalsó el vaso fue cuando Pizarro le pidió a Ranieri estar en un clásico ante la Lazio y el DT prefirió a De Rossi. Desde ahí comenzó la rebeldía del chileno que sólo terminó con la salida del entrenador.
Esta situación no tiene para nada contentos a los hinchas de la Roma, quienes incluso, a través de programas de radio, han tratado de "mercenario" al chileno.
