LONDRES.- Impacientes por ser testigos del mayor acontecimiento deportivo de La Tierra y participar en la modernización del “East End” londinense, los vecinos de Stratford, cuna de la villa olímpica para Londres 2012, confían aún en el buen uso de su legado tras los Juegos, aunque con dudas.
A 500 días del arranque de las competiciones y con las 6,6 millones de entradas para el público general puestas a la venta a partir de este martes, el director de una escuela primaria del barrio de Stratford, que prefiere mantener el anonimato, explica que “la única preocupación” de cara a los Juegos Olímpicos tiene que ver con "su legado".
"Los anteriores Juegos Olímpicos de la ciudad (1908 y 1948) tuvieron dificultades con el legado. Para nosotros es lo más importante. Queremos unos Juegos con éxito, pero nos preocupa mucho el legado", dijo el profesor de esa escuela, separada del estadio olímpico solo por las vías del tren.
El comité organizador de los Juegos de Londres 2012 (LOCOG) ha anunciado que el parque olímpico, núcleo de las instalaciones y pruebas deportivas durante el verano de ese año, será transformado en uno de los espacios verdes urbanos más grandes de Europa para los siguientes 150 años.
Las promesas del LOCOG y del ayuntamiento de Londres, bajo el mandato del alcalde Boris Johnson, incluyen una profunda limpieza de los canales que atraviesan la zona Este de la ciudad, una replantación de nuevas especies en su terreno, así como una adaptación de las instalaciones olímpicas para el “uso de los clubes deportivos, de la comunidad local y de los atletas de elite".
Además, está previsto transformar la villa olímpica, cuyas 2.800 casas alojarán a los atletas y los responsables de cada equipo nacional durante los Juegos de 2012, en viviendas disponibles para trabajadores de la zona, como maestros o enfermeros.
Todas esas propuestas ofrecerían una imagen completamente distinta del barrio, que todavía acoge rincones muy abandonados, llenos de suciedad, y es ajeno a toda visita turística pese a albergar tres de los grandes recintos preparados para los Juegos: el estadio olímpico, el centro acuático y el velódromo (primera instalación terminada).
Por eso, el educador considera que, aunque “es algo peligroso,” "hay que creerse lo que están diciendo” y “confiar” en que se cumpla.
Al menos, “todos los preparativos para los Juegos van por buen camino para completarse a tiempo” para su estreno el 27 de julio de 2012 asegura, ansioso por disfrutar en su propia casa el acontecimiento, para el que se abrirán nuevas líneas de autobús urbanas y una estación llamada “Stratford International,” que conectará en unos minutos con el centro de la ciudad y desembocará directamente en el estadio olímpico.
Ese servicio es precisamente uno los creados gracias a la inversión de 17.000 millones de libras (19.600 millones de euros) en el transporte público de cara a los Juegos y que permitirá integrar la zona, hasta ahora considerada de la periferia londinense, en el núcleo urbano.
"Creo que es magnífico para el barrio y para la comunidad. Creo que necesitamos esto porque, como ellos dicen, somos un barrio depravado. Así que tiene que salir bien,” dice un empleado municipal de basuras, que espera aumente su volumen de trabajo después de las Olimpiadas.
Consciente de que a partir de hoy puede adquirir un asiento para las competiciones, afirma que la que más le interesa es la de fútbol: “eso es lo más antiguo en el Este de Londres".
A poco más de un año para que la antorcha olímpica alcance suelo británico, el 18 de mayo de 2012, los ingleses que han seguido la construcción del estadio desde sus ventanas aguardan con ganas para ver el lustroso aspecto de su barrio después de los Juegos.
"Visit London” estima que el evento deportivo y las instalaciones construidas para su celebración empezaron ya a crear expectación entre los turistas en 2007, pues entre ese año y 2017 se estima que podría viajar a la capital entre 1.300 y 2.200 millones de visitantes adicionales.
Sin embargo, el principal atractivo para la población local al término de los Juegos será “Westfield Stratford City,” el mayor centro comercial de Europa, con 176.515 metros cuadrados y 300 tiendas en su interior.
Abrirá sus puertas en septiembre próximo y se espera sea un reclamo para 4,1 millones de personas residentes en los alrededores, así como centro de trabajo de miles de londinenses.
Si bien ese enorme espacio de marcas podría atentar contra el pequeño comercio de la zona, repleta ahora de puestos ambulantes de flores, fruta, cafés para llevar o complementos de ropa, éstos tienen esperanza en poder beneficiarse del efecto de los Juegos Olímpicos
.Polly Summerson, la hija de un tendero que ayuda a su padre con la venta de frutas y verduras frente a la actual estación de metro, asegura que el lugar donde ahora se instalan “lo van a quitar, lo van a convertir en una parada de taxis".
Sin embargo, no tienen miedo de a dónde el ayuntamiento decida trasladarlos, pues prevén que sea cerca y, por tanto, poder sacar partido de los Juegos: “Mi padre tiene muchas ganas de que lleguen ya. Van a tener un efecto muy grande".
"Si nos mueven, creo que va a ser para bien, pero aún no lo sabemos,” dice Polly, segura de que funcionarán los contactos que uno de los comerciantes vecinos tiene en el ayuntamiento del distrito para que no les pasen por delante "algunos otros puestos de la ciudad que querrán trasladarse aquí" para el verano de 2012.