Pizzi, el artífice de una UC que funciona.
AP
SANTIAGO.- El viernes pasado Roberto Gutiérrez anotó los dos goles en el triunfo de Universidad Católica sobre Santiago Morning. Fue el héroe. En San Carlos de Apoquindo no se cansaron de corear su nombre cuando salió reemplazado.
Cuatro días después, en Caracas, el delantero estaba sentado en la banca. Y una sonrisa apareció en su cara cuando lo enfocó la cámara de televisión.
Eso ha sido
Juan Antonio Pizzi en el 2011. Cambios y más cambios. Una, a estas alturas, bendita rotación. A los jugadores no les molesta ser reservas, saben que tarde o temprano les llegará la oportunidad.
A diferencia de otros técnicos que en Chile han implantado este sistema para dosificar entre la
Copa Libertadores y el torneo local (Gerardo Pelusso en la U modelo 2010, por ejemplo), Pizzi no discierne entre titulares y reservas. Más allá de unos cuatro o cinco jugadores (Jorge Ormeño, Francisco Silva, Lucas Pratto, Juan Eluchans y Fernando Meneses) que son realmente estelares, el resto del plantel es intercalado según la circunstancia y el rival de turno.
Por ejemplo ayer en Venezuela el adiestrador argentino puso a José Luis Villanueva en lugar de Gutiérrez para aprovechar su velocidad en los contragolpes. Y le resultó. El ex Racing se adueñó de las bandas y se dio el lujo de abrir la cuenta. Luego el "Pájaro" ingresó para aguantar la pelota arriba y, de paso, dar la asistencia para el segundo tanto. Todos contentos y punto a favor para Pizzi.
Además de la rotación, donde los arqueros son otro ejemplo claro (y muy tocado a estas alturas), el entrenador ha demostrado que no le tiembla la mano para realizar modificaciones que, a ojos de la hinchada cruzada y de los fanáticos del fútbol, son mal mirados.
Ante Caracas el ex delantero no tuvo problemas para meter al espigado Adán Vergara (central por excelencia) y sacar al creación Marcelo Cañete, quien estaba haciendo un gran partido. El ex Cobreloa afirmó la zaga y la UC se empezó a saltar la mitad de la cancha lanzando pelotazos que eran bien recibidos por Gutiérrez, Pratto y Francisco Pizarro, otro que ingresó en el complemento.
He ahí otro punto positivo para Pizzi. No se encierra en un esquema. No es ni ofensivo ni defensivo. Ante Vélez Sarsfield en Buenos Aires, con el resultado en contra, fue y sacó defensas para poner gente más arriba y se la jugó con un, en ese entonces, cuestionado Pizarro. Le resultó. Y así sucesivamente. Hasta llegar a estar puntero del
Apertura y del Grupo 4 de la Libertadores.
Para rematar el entrenador incluyó en la UC versión 2011 a cuanto juvenil quiso. Como prueba sólo hay que recordar el
triunfo de la séptima fecha del torneo ante Palestino donde actuaron seis jugadores recientemente ascendidos al primer equipo: Marko Biscupovic, Diego Opazo, José Martínez, Gonzalo Sepúlveda, Santiago Dittborn y Stéfano Magnasco. Ellos son ahora el recambio. El oxígeno de un plantel y de un cuerpo técnico que trabaja sin dejar de lado (como se hace en todas partes del mundo excepto en Chile) ninguno de los dos frentes.