BARCELONA.- El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, cree que el comentario del presidente del club, que ayer apostó por un 5-0 en la final de Copa del Rey ante el Real Madrid, “se podía haber evitado,” y considera “absolutamente imposible” que pueda darse este resultado en Mestalla.
Guardiola explicó, no obstante, que habló con el propio Rosell ayer por la tarde y que éste le aclaró que dichas declaraciones las hizo en el contexto de un acto solidario de la Fundación del FC Barcelona y la del Banco de Alimentos.
"Me dijo que cuanto más alta era la apuesta en la porra más alimentos se recaudaban", manifestó el técnico del conjunto azulgrana, quien ha querido quitar hierro al asunto al señalar que, de ser él el apostante, "hubiese puesto un 60-0 y así no habría habido debate".
En cualquier caso, Guardiola cree que Rosell es “una persona bastante coherente y sensata” y que no volverá a repetir una cosa así, sabiendo además la repercusión que tienen este tipo de declaraciones. “De una de éstas aprendes,” apostilló.
Pep Guardiola ha recordado igualmente que, en las tres temporadas que lleva en el club, sus jugadores han tenido “un comportamiento ejemplar dentro y fuera del campo” y que el Barça “ha respetado al adversario en la victoria y la derrota,” por lo que nadie puede reprocharle nada en este sentido.
En el plano estrictamente deportivo, el técnico ha asegurado que el Barcelona irá al Madrigal a seguir compitiendo por el título y, aunque se ha quejado del estado físico en el que se encuentran algunos de sus jugadores tras el parón de selecciones, no ha querido aventurar si esto puede pasar factura ante el Villarreal.
"Vamos a ver cómo se entrenan todos esta tarde y con quién podemos contar,” apuntó Guardiola, que tiene a Xavi sancionado, a Puyol lesionado, a Abidal convaleciente de su intervención y a Bojan, Messi, Pedro y Maxwell 'tocados'.
Una de las opciones que tiene para cubrir la baja de Xavi es el joven Thiago Alcántara, al que ha elogiado por la forma en la que ha rendido de nuevo en el filial tras dejar de entrenarse con el primer equipo.
"Confío en Thiago más que su padre", comentó Guardiola, quien de este modo ha podido censurar unas declaraciones del padre del jugador, Mazinho, en las que se quejaba de que el posible fichaje de Cesc por el Barcelona podía frenar la progresión de su hijo.
Guardiola sabe que ahora el equipo afronta la recta final de la temporada, y que lograr o no los títulos que hay en juego dependerá una vez más de pequeños detalles.
"Mirad el Barça de baloncesto. Compitieron de forma admirable en Atenas (ante el Panathinaikos), pero se han quedado fuera de la 'Final-Four'. ¿Es eso un fracaso? No. Eso da más valor a la Euroliga que lograron el año pasado,” argumentó.
El preparador catalán ha subrayado que, en el deporte, el objetivo debe ser siempre evitar hacer el ridículo. "Y nosotros esta temporada ya no lo haremos, porque estamos en la final de Copa, peleando por la Liga y entre los ocho mejores de Europa".
"Si no ganásemos nada, estaría satisfecho por el rendimiento del equipo, aunque no sería una buena temporada", reconoció Guardiola, quien sabe que al final la historia se repite: "Tendremos que ir al Bernabéu a ganar la Liga otra vez y esperamos ir allí con la máxima ventaja posible".
