Los hinchas de la Católica sufrieron, pero terminaron viendo sólo esta imagen.
EFESANTIAGO.- Universidad Católica tenía que revalidar en el plano internacional todo lo bueno que ha venido realizando en el torneo doméstico. Con esa premisa, los dirigidos por Juan Antonio Pizzi salieron a enfrentar a Unión Española en el último partido de cada uno en el grupo 4 de la Copa Libertadores. Pero el encuentro se les complicó a los cruzados cuando los hispanos abrieron el marcador.
Finalmente, la UC superó 2-1 al cuadro de colonia y se clasificó a la ronda de los 16 mejores de América en el primer lugar del Grupo 4, seguido de Vélez Sarsfield, que goleó por 3-0 a Caracas.
El primer tiempo fue para los bostezos y los simpatizantes universitarios que llegaron hasta San Carlos de Apoquindo se lo hicieron saber a los jugadores cruzados cuando el juez de Jorge Osorio pitó el fin de la primera parte. Ahí, el estadio se transformó en un silbido de rechazo que sonó fuerte y al unísono.
Muy pocas llegadas a los pórticos de Eduardo Lobos y Paulo Garcés que sólo tuvieron un par de ocasiones de peligro en sus pórticos.
El segundo tiempo fue totalmente distinto. La UC volvió con la misma pasividad con la que terminó el primer acto, pero los dirigidos por José Luis Sierra no. Así, a los 47 minutos, Kevin Harbottle silenció a los hinchas cruzados cuando anotó el primero del encuentro después de un buen centro atrás de Esteban González.
Con ese resultado, el cuadro de la precordillera se quedaba eliminado de la Copa Libertadores debido a que Vélez Sarsfield ganaba cómodamente a Caracas en Venezuela.
Conciente de la situación, los jugadores de Católica reaccionaron y lo hicieron rápido. Sólo un minuto más tarde de la apertura de la cuenta, Pablo Calandria anotó el empate después de una buena jugada personal de Marcelo Cañete por la banda derecha. La tranquilidad se volvió a instaurar en San Carlos.
Con el empate, los universitarios se relajaron, acción que permitió que Unión Española tomara el control del encuentro y complicara en un par de oportunidades a Paulo Garcés.
La UC comenzó a manejar nuevamente del partido y puso paños fríos al encuentro. Pero apareció Marcelo Cañete, la figura del encuentro, quien a los 78 minutos marcó el 2-1 final con una gran jugada personal que terminó con un remate al primer palo, pero que Giovanni Espinosa tuvo el infortunio de desviar, acción que descolocó al portero Eduardo Lobos.
Los minutos finales transcurrieron al mismo ritmo con el que terminó en el primer tiempo: Tocando el balón hacia los costados y consumiendo los minutos.
Con este resultado, Universidad Católica avanzó a los octavos de final de la Copa Libertadores, sitial que no ocupaba desde 2002.