Algunos salen ovacionados y otros insultados de un clásico Real Madrid-Barcelona. Lamentablemente para Puyol, no le tocó ni lo uno ni lo otro: Salió en camilla.
EFEBARCELONA.- El defensor del Barcelona Carles Puyol aseguró hoy sentirse muy feliz por su regreso a las canchas después de dos meses y medio de inactividad, aunque mantuvo la duda sobre su presencia en la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid el próximo miércoles.
"Estoy muy contento por volver con el equipo. La última semana había hablado con el míster y le dije que no tenía molestias y que me sentía para jugar", explicó el central hoy en rueda de prensa.
"Han pasado tres meses muy duros en los que lo he pasado mal. Era el lugar ideal para volver y todo fue perfecto hasta que aparecieron las molestias", dijo.
El capitán azulgrana, que no jugaba desde finales de enero, volvió al primer equipo catalán el sábado en el primero de los cuatro clásicos contra el equipo dirigido por José Mourinho, en el que Barcelona y Real Madrid empataron 1-1.
Sin embargo, la fiesta del retorno no fue completa, ya que debió abandonar el juego en camilla a los 57 minutos con unos problemas musculares.
Este nuevo contratiempo físico dejó nuevamente al defensor en duda para el segundo clásico en Mestalla.
"Tengo molestias en, pero habrá que esperar a ver qué pasa. Estaré seguro en Mestalla, pero no sé si jugaré", afirmó.
Respecto al próximo clásico, Puyol advirtió que el Barcelona atraviesa un clima de optimismo: "Una final siempre es bonita y no tiene nada que ver con el partido anterior o con la trayectoria. Será una final muy intensa con dos de los mejores equipos del mundo".