SANTIAGO.- Quedaban cuatro minutos en el partido que el Palermo y la Sampdoria empataban 1 a 1. En ese momento
apareció Mauricio Pinilla para anotar el gol que desequilibró la balanza. Se esperaba una celebración efusiva, como las que suele mostrar el delantero. Pero no.
El chileno no se inmutó. Caminó, con la cabeza gacha, hacia el círculo central, mientras desde los ojos de muchos hinchas de la Sampdoria comenzaban a brotar las lágrimas. Estaban descendidos a la segunda división y el culpable era Pinilla.
Eso, inmediatamente fue recogido por la prensa italiana. El sitio
Live Sicilia no dudó en catalogar al ex Universidad de Chile como "el goleador triste". Ahí destacaron la "excelencia" del chileno al no celebrar ante una afición que no podía creer lo que sucedía.
Tras el partido al chileno se le consultó sobre su acción. Pinilla no sólo justificó su no celebración por el respeto que le merece la fanaticada de la Sampdoria, sino que también por la tristeza de un ex compañero al que mandó a la Serie B italiana.
"Fue un gol triste, lo siento por la Sampdoria y por mi amigo Massimo Maccarone, pero esto es fútbol y debemos honrar el campeonato hasta el final", dijo en declaraciones recogidas por distintos
medios italianos.
"No tenemos que estar tan animador por el gol por respeto a mis colegas y seguidores de la Sampdoria. Me alegro, sin embargo, por nuestro rendimiento y lo que se ha hecho por Palermo hasta hoy. Es una gran manera de llegar a la mágica noche en Roma, donde se puede escribir la historia de este club. Vamos a jugar contra un gran equipo", agregó con respecto a la final de la Copa Italia que los enfrentará con el Inter de Milán el próximo 29 de mayo.
