Villas Boas busca su propio destino.
AFP
DUBLÍN.- Con la etiqueta de 'nuevo Mourinho' más afianzada que nunca, el técnico del Porto, André Villas Boas, que el miércoles guió a su equipo al título en la Europa League, continúa siguiendo los pasos del actual entrenador del Real Madrid, del que fue ayudante varios años.
Mourinho llevó en 2003 al equipo a reconquistar la liga portuguesa, tras cuatro años de sequía, y esa misma temporada ganó la Copa de la UEFA, anterior denominación de la Europa League.
Villas Boas era entonces un joven ayudante y parece que tomó buena nota de la fórmula para conseguirlo. "Esto es muy importante para el Porto. Hemos demostrado que este equipo tiene muchos talentos y técnica y el trabajo de nuestro equipo técnico ha sido muy importante. Hemos quedado invictos en la liga portuguesa y ahora espero seguir celebrando el domingo ganando la Copa de Portugal", explicó.
Aunque él continúa explicando que no tiene grandes parecidos con la personalidad y forma de entrenar de 'Mou', el miércoles planteó el encuentro como una batalla táctica en la que la solidez defensiva, sacrificando por momentos la construcción ofensiva, recordó a los principios de su maestro.
"Fue una final táctica, pero eso es normal en una final europea. El espectáculo no reflejó la calidad de ambos y del fútbol portugués", estimó.
Durante el encuentro, Villas Boas estuvo gran parte del pie, moviéndose por la zona delimitada junto al banquillo, como un nervioso director de orquesta que quería controlarlo todo.
Y su apuesta funcionó, como casi todo lo que toca este nuevo rey Midas del fútbol, que ya suena como posible incorporación para algún 'grande' de las principales ligas, especialmente la Juventus italiana, aunque él asegura que será fiel al Porto, club del que es hincha desde niño.
El martes, antes del entrenamiento de los 'Dragones' en el estadio de Dublín, el nuevo técnico más joven en conquistar un título europeo (33 años y 213 días) defendió la herencia de la etapa de Mourinho en el Porto, base a su juicio de los éxitos actuales, pero marcó distancias con su personalidad.
"No me veo a mí mismo como el protagonista de esto. El fútbol no se gana por una persona, sino por la actuación colectiva. Lo que decide es la calidad de los jugadores y la estructura del club", estimó.
Villas Boas llegó al fútbol en 1994, cuando era un adolescente de 16 años. Como hincha pidió explicaciones al entonces entrenador, el inglés Bobby Robson, sobre sus decisiones técnicas y éste, impresionado, le ofreció un contrato como asesor y observador.
Allí conoció a Mourinho, entonces adjunto de Robson, hasta que ambos se fueron al Barcelona en 1996 y Villas Boas se formó entonces en Inglaterra y Escocia, y probó suerte en las Islas Vírgenes Británicas, de las que fue incluso seleccionador.
El regreso de Mourinho (2001-2004) al Porto terminó marcando su regreso a casa y siguió a su protector en las aventuras posteriores en el Chelsea y el Inter de Milán, hasta que en 2009 fichó como DT del Académica de Coimbra, al que salvó de descender, y en 2010 como entrenador principal del Porto.
El reto ahora es seguir repitiendo la historia de Mourinho: tras ganar la Copa de la UEFA de 2003, el maestro se llevó la Liga de Campeones en 2004. Villas Boas ya tiene una nueva meta