PARÍS.- El serbio Novak Djokovic, número dos del mundo e invicto en lo que va de 2011, vaticinó este miércoles, tras su victoria en segunda ronda sobre el rumano Victor Hanescu, que el partido del viernes en tercera ronda ante el argentino Juan Martín Del Potro será "una batalla".
Djokovic, que sumó su 39º triunfo consecutivo en lo que va de año, se acercó al récord de 42, que ostenta el estadounidense John McEnroe desde 1984, pero antes es consciente de que toca sumar el 40, que podría ser contra su amigo Del Potro, ex número cuatro del mundo y que vuelve poco a poco de sus lesiones.
"Contra Del Potro va a ser un gran partido, una batalla. Siempre ha tenido cualidades y talento para estar ahí arriba, entre los mejores. Juega bien en todas las superficies, cuenta con un gran servicio y un golpe fuerte desde el fondo de la pista", comentó 'Nole' tras su partido ante Hanescu.
"Se mueve muy bien teniendo en cuenta su tamaño (1,98 m de altura). Es simplemente un jugador de alto nivel, que ha estado apartado por su lesión, que está volviendo. Será un gran desafío para los dos, un gran partido", apuntó.
Djokovic es el hombre del momento en el circuito ATP y podría terminar Roland Garros como número uno si consigue acceder a la final, pero él prefiere ir partido a partido, sin pensar en qué ocurrirá en los últimos días de la competición.
"Vamos a centrarnos en ir partido a partido. Lo que venga después ya vendrá, ya veremos cómo termina. Voy ganando confianza, ha sido un buen partido el de hoy", estimó el jugador balcánico.
Sobre su partido del día, Djokovic se mostró satisfecho con el resultado y con sus sensaciones sobre la pista.
"No tuvimos grandes intercambios hoy. Fue un partido rápido, en el que los dos servimos bien, y quedo satisfecho para afrontar lo que viene ahora. Él hizo un buen primer set. Luego conseguí tomar el control del partido", afirmó el gran favorito.
Djokovic también se refirió en su intervención ante la prensa al partido de la víspera del español Rafael Nadal en la primera ronda, donde el número uno estuvo cerca de ser eliminado, ante el estadounidense John Isner, al que pudo remontar para terminar ganando por 6-4, 6-7 (2/7), 6-7 (2/7), 6-2 y 6-4.
"Fue un partido difícil para Rafa. Un gran partido bonito para ver, no tanto para jugar. Rafa demostró con cómo lo terminó por qué es el número uno", estimó el serbio, que ha superado este año a Nadal en cuatro finales, todas ellas en citas de categoría Masters 1000 (Indian Wells, Miami, Madrid, Roma).
