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La otra "batalla silenciosa" de Mourinho que terminó con su salida del Chelsea

En 2007 el entrenador salió del club londinense por constantes roces con el director deportivo, Frank Arnesen. El final en Madrid fue totalmente inverso.

25 de Mayo de 2011 | 17:12 | Emol
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Tenía menos canas, pero su caracter era el mismo.

AFP
SANTIAGO.- Este miércoles en Madrid, José Mourinho salió victorioso de una pelea silenciosa. "Sacó" a Jorge Valdano del Real Madrid y trabajará con más calma el año que viene. Podrá elegir con calma los refuerzos como lo ha hecho en gran parte de su carrera. Porque cuando eso no ocurrió ya demostró que es capaz de dar un paso al costado. Tal como ocurrió hace cuatro años en Londres...

Ganar la Liga de Campeones con el Porto en 2004 significó un antes y un después en la vida de José Mourinho. Luego de esa hazaña el entrenador portugués cambió su manera de enfrentar a la prensa. Él sabía que ser campeón de Europa no es cualquier cosa y menos con un equipo que no fuese español, italiano, inglés o alemán.

Por eso en su presentación oficial en el Chelsea (2004) sus palabras reflejaron de cómo se vendría la mano: "Por favor, no me llamen arrogante, pero soy campeón europeo y pienso que soy un tipo especial".

De esa frase viene su apodo, "The Special One". Y de esa declaración nació el nuevo Mourinho, el que no se dejaría pasar a llevar por nadie, el que traería a los jugadores que el pidiese, más si llegaba a un club como el Chelsea, donde su dueño era el multimillonario ruso Roman Abramovich. Incluso, antes de llegar a Londres, el luso criticó a su futuro club.

"El Liverpool es un equipo que interesa a cualquiera, y el Chelsea es un club que no me interesa tanto, pues es un proyecto naciente con mucho, demasiado dinero invertido. Creo que el Chelsea es un proyecto muy ambicioso pero frágil. Si el equipo no gana todo, entonces Abramovich podría retirarse y sacar todo su dinero del club. Es un proyecto incierto. Es muy interesante para un director técnico tener dinero para contratar a jugadores de gran calidad, pero nadie puede estar seguro de que semejante proyecto tendrá éxito", declaró cuando su futuro aún se debatía entre "Reds" y "Blues".

Bueno y apenas llegó a Inglaterra se cobró la palabra. Le pidió refuerzos a Abramovic que sumaron más de 70 millones de dólares. Con eso empezó su travesía en Londres. Ganó dos Premier League consecutivas y se transformó en ídolo máximo de la afición.

Pero poco a poco los roces comenzaron. La no obtención de la Liga de Campeones comenzó a caldear un poco los ánimos dentro del club. Además del dueño, para contratar a alguien Mourinho debía hablar con Frank Arnesen, director deportivo. Sí, el Jorge Valdano del Chelsea. Y claro, aunque tomó más tiempo que en el Real Madrid, los problemas llegaron.

Por problemas matrimoniales Abramovic se desligó un poco del tema de los refuerzos. A Mourinho le molestaba. No entendía el por qué se le negaba un jugador si el ruso tenía tanto dinero.

En su momento el portugués negó los roces con Arnesen. "Él es una persona que le dice a todo que si. Tiene opinión propia y por eso se producen los roces", declaró en ese entonces. La prensa inglesa se volvía loca especulando. Mourinho ganaba portadas por lo que hacía y lo que deshacía.

Esos pequeños pero constantes problemas gatillaron la repentina salida del mejor entrenador en la historia del Chelsea. En aquella ocasión fue el DT quien dejó el club y el director deportivo quien se quedó. Años después la historia se repitie pero con un final inverso.