VIENA.- La selección alemana continuó con paso firme su camino hacia la Eurocopa 2012, con su sexta victoria en seis partidos, en esta ocasión en Viena ante Austria (2-1), donde el atacante Mario Gómez fue decisivo con dos goles, el último en el descuento.
El martes en Bakú ante Azerbaiyán, los alemanes podrán validar prácticamente su billete para la fase final de Polonia y Ucrania, ya que son líderes sólidos del grupo A, con 18 puntos, siete por delante del segundo, Bélgica, que empató 1-1 en casa con Turquía.
En ausencia del prolífico Miroslav Klose, goleador en todos los partidos anteriores de Alemania en estas eliminatorias, el héroe de la noche fue Mario Gómez, que marcó primero rematando un saque de esquina (44) y luego consiguiendo de cabeza el tanto de la victoria en el descuento (90).
Por la parte austríaca, el único tanto llegó con un autogol de Arne Friedrich (50), especialmente desafortunado en el Práter vienés.
El partido suponía la vuelta de Alemania al estadio donde perdió ante España (1-0) la final de la Eurocopa 2008, en un encuentro donde Gómez fue muy criticado por haber desperdiciado una gran ocasión.
"Fueron días difíciles para mí", admitió sobre aquella final el jugador de origen español.
"Ahora he jugado dos partidos (sumando el de Uruguay el domingo, 2-1), pero no quiero que me convoquen sólo por la lesión de otros jugadores", apuntó, deseando seguir vistiendo la camiseta nacional.
Sus dos dianas y su rendimiento arriba, siempre colaborando en el juego ofensivo y con una gran motivación, justifican la confianza que Joachim Löw tiene depositada en él.
Entre las malas noticias para los alemanes estuvo el juego: la 'Mannschaft' no brilló ante la 74ª selección del ránking FIFA, a pesar de contar con estrellas como Mesut Özil, Philipp Lahm o Thomas Müller. Los austríacos, hipermotivados ante sus vecinos, sorprendieron plantando una gran resistencia.
Antes del destello de clase final de Gómez, Austria pudo incluso llevarse la victoria, pero el país volvió a estrellarse ante su vecino del norte, al que no derrota en partido oficial desde 1978.
El peor momento para los alemanes se vivió en el inicio de la segunda parte, cuando Friedrich desvió un balón y batió sin querer a su compañero Manuel Neuer (50).
Dos minutos más tarde, un disparo de Stefan Kulovits se estrelló en el palo, disparando la euforia de los 47.500 aficionados del Ernst Happel.
"Tenemos que reconocerlo, hemos ganando con suerte. No hemos sabido aprovechar todas nuestras oportunidades. Cometimos muchos errores, no estuvimos dinámicos y ágiles en todas las líneas. Tengo la sensación de que los jugadores estaban al límite de sus fuerzas", admitió el seleccionador alemán Löw.
Austria tendrá una nueva oportunidad contra Alemania en su próximo partido de las eliminatorias, el 2 de septiembre como visitante. Con cuatro puntos que Bélgica, que marca el puesto de repechaje, el equipo necesitará un buen resultado para no despedirse del sueño de jugar la fase final.