Las universidades chocan en la primera final.
El Mercurio
SANTIAGO.- A la final llegaron los dos mejores. Pero aunque se diga que en estas instancias no importa lo hecho en el pasado, la verdad es que para
Universidad Católica haber terminado en el primer lugar de la fase regular parece una ventaja tremenda de cara a los dos partidos que jugará ante
Universidad de Chile para definir al campeón del Torneo de Apertura. Y jugará con ella.
En el primer partido, que se disputará este jueves desde las 20 horas en el Estadio Nacional, lo anterior debiese notarse. Mientras los azules deben ganar, a los cruzados un empate no les disgusta. En San Carlos saben que con dos igualdades el bicampeonato será de ellos.
Por eso el técnico Juan Antonio Pizzi no se saldrá de su esquema (4-3-2-1) para el duelo de ida. El mismo que le ha dado resultado a lo largo del semestre y sólo ha fallado por errores más personales que colectivos (en Montevideo o en La Calera por ejemplo), precisamente lo que se buscará evitar hoy en Ñuñoa.
Para eso el argentino le imprimirá mayor experiencia y optará por Adán Vergara para suplir al suspendido Rodrigo Valenzuela y hará que Hans Martínez ocupe la banda derecha. El otros suspendido, Francisco Silva, será reemplazado por el incansable Gonzalo Sepulveda.
De esta forma la UC saldrá con
Cristopher Toselli; Martínez, Vergara, Alfonso Parot, Juan Eluchans; Sepulveda, Jorge Ormeño, Tomás Costa, Fernando Meneses, Milovan Mirosevic; y Lucas Pratto.
En la otra vereda Jorge Sampaoli tampoco hará mayores cambios. Inlcuso repetirá el equipo que masacró a O'Higgins (7-1) en semifinales como mandando un mensaje que los laicos saldrán con lanza en mano en busca del arco rival.
De esta forma el DT argentino dispondrá de
Johnny Herrera; Matías Rodríguez, Albert Acevedo, José Rojas, Eugenio Mena; Felipe Seymour, Guillermo Marino, Charles Aránguiz; Eduardo Vargas, Gustavo Canales y Francisco Castro.
Al final serán dos fuerzas bastante opuestas las que chocarán en Ñuñoa. El orden, pragmatismo e inteligencia cruzada, se medirán ante la velocidad, vértigo e irreverencia azul. Pase lo que pase ambos equipos (quizás con objetivos inversos) volverán a verse las caras el domingo a las 17 horas en el mismo recinto.