MADRID.— Un directivo caribeño de fútbol reconoció el viernes haber recibido 40.000 dólares en efectivo durante una reunión que ahora es sujeto de una pesquisa dentro del escándalo de sobornos de la FIFA.
Según el presidente de la federación de Surinam, Louis Giskus, él recibió un sobre que contenía cuatro fajos de billetes de 100 dólares durante una reunión de la Unión Caribeña de Fútbol (UCF) efectuada en Trinidad para que los miembros se reunieran con Mohamed bin Hammam, otrora candidato a la presidencia de la FIFA.
Giskus dijo a The Associated Press que informó del obsequio en efectivo a la comisión de ética de la FIFA después de que ésta suspendiera a bin Hammam y al vicepresidente trinitario de la FIFA, Jack Warner, a la espera de una investigación a fondo sobre la crisis de corrupción, la más grave que ha asolado al organismo rector del fútbol mundial.
“La reputación (de Surinam) vale más de 40.000 dólares”, dijo Giskus, quien ayuda a un equipo de la FIFA que incluye a ex agentes del FBI a que investigue el supuesto soborno.Giskus dijo que al principio no era sospechoso debido a que los directivos reciben con frecuencia obsequios por negocios relacionados con la FIFA y Warner se ocupaba a menudo de transacciones en efectivo.
Bin Hammam, Warner y dos empleados de la UCF fueron suspendidos provisionalmente de sus responsabilidades para que afronten las acusaciones de que pagaron sobornos a 25 directivos con voto caribeños durante la campaña fallida con la que el catarí pretendía ganar la presidencia de la FIFA, a Joseph Blatter. Los cuatro implicados rechazaron que hubieran cometido irregularidades.
Giskus aseguró que Warner lo invitó con gastos pagados a la conferencia efectuada el 10 y 11 de mayo en Trinidad, y que había la promesa de obsequios para los miembros de la UCF.
El anuncio de la reunión se hizo cuando bin Hammam no asistió al congreso de la CONCACAF que se había tenido lugar una semana antes en Miami.
Cuando bin Hammam anunció que buscaría la presidencia de la FIFA en un hotel en Puerto España, los directivos fueron conducidos a un vestíbulo para que recibieran una computadora portátil y un sobre, dijo Giskus.
“Todo el asunto estuvo a cargo de dos personas del secretariado de la UCF a las que conocíamos muy bien debido a que nos habíamos reunido y conversado a menudo con ellas”, agregó.
“Cuando vi que había dinero en el sobre y pregunté para qué era. No supieron explicármelo”, apuntó.
Giskus recordó que en Miami, se indicó a los integrantes de la CONCACAF que habían tenido buenos resultados financieros en el 50mo aniversario del organismo regional y que Blatter les había prometido un “regalo de cumpleaños” de la FIFA por un millón de dólares.
“Así que para cuando recibimos los 40.000 dólares, pensé que el dinero tenía que ver con todo lo que habíamos escuchado (en Miami)”, dijo el directivo surinamés.
Giskus aseguró que él y un colega contaron el dinero y escribieron el número de serie de los cuatro fajos de billetes de 100 dólares. Dijo que tiene “todos los documentos para mostrar” que el dinero fue depositado en la cuenta bancaria local de la federación surinamesa, en al que permanece.
El escándalo salió a luz debido a que directivos de Bahamas regresaron el efectivo y alertaron al secretario general de la CONCACAF, Chuck Blazer, quien encargó una pesquisa inicial en la que se determinó que los denunciantes de otros tres países se rehusaron a recibir los pagos.
Los directivos de Puerto Rico, al igual que de Suriname, confesaron haber aceptado los pagos mientras estaban en Zurich.